Sucedió en Lomas del Mirador durante la madrugada de Navidad. Un policía retirado -Rafael Horacio Moreno- de 74 años de edad, cruzó la calle por “la música alta”, y en medio de la discusión con el vecino y con quienes festejaban las fiestas, sacó el arma y le pegó un tiro en el abdomen, que terminó con la vida de Sergio David Díaz, un colectivero de la línea 109.
Por Editorial Sudestada
La impunidad que sienten los uniformados, incluso luego de retirarse, es causante de estos hechos. Porque tener un fierro en el bolsillo genera esta violencia, genera este accionar criminal, genera que si a uno de ellos les molesta la música, o tu cara, o lo que se les ocurra, sea capaz de sacar el arma y disparar sin dudarlo. Porque este ex policía le arrebata la vida a un laburante, a un vecino, por el hecho de festejar, de poner la música fuerte en Navidad, entre amigos y familiares, y en el disfrute de una noche especial. Porque además, una vez que este ex policía disparó, caminó hacia atrás, guardó el arma, e intentó irse como si nada hubiera ocurrido.
¿Cuántas víctimas directas sufrimos a diario por el abuso de Poder, por el gatillo fácil, por las armas de uniformados en ejercicio, o retirados?
Mientras estas imágenes duelen, lastiman, y muestran el peligro de la impunidad de chapa y uniforme, el gobierno nacional pretende que pibes de 18 años puedan portar armas, que de hecho en el futuro la venta de armas sea como ir al kiosco, como sucede actualmente en EEUU, con masacres permanentes, en escuelas, en plazas, en actividades públicas, y en cualquier esquina.
Esto sucedió en Lomas del Mirador. Y las cámaras lo pudieron testificar. Sin embargo, en todo el territorio nacional, estos hechos se repiten, las vidas arrebatadas en manos de la maldita policía aumentan, y el peligro es cada vez mayor. Porque además de todo lo mencionado, el fascismo al Poder, fogonea el “ojo por ojo”, y les brinda mayor protección a la policía, que significa impunidad.
Cuando hablamos del peligro uniformado, es esto…
