Por Editorial Sudestada
En el marco del Día Internacional contra el terrorismo, ignorando al terrorismo de Estado, a los 40 mil palestinos asesinados en solo 10 meses, a la vinculación de la SIDE y del gobierno de Menem con la AMIA y la Embajada de Israel; la diputada Rebeca Freitas -con la Legislatura de puertas abiertas- organizó esta especie de “homenaje” con personajes como Cecilia Pando. Por si alguno se olvida quién es Pando, es una de las referentes en la defensa a los genocidas, que fue “formada” nada más y nada menos que por Victoria Villarruel.
El pasito a pasito del Partido Militar, en alianza con la clase política, sigue avanzando. Porque luego de la reunión en el penal de Ezeiza con Astiz y los monstruos de la historia, del pedido de domiciliarias, del boceto de indulto, los diputados que fueron de tour a la cárcel siguen sesionando, mantienen sus bancas, se pelean entre ellos, se traicionan, pero todos bajo el mismo objetivo: liberar a los criminales de lesa humanidad.
En este marco, la diputada Freitas con Jorge Macri cediendo el espacio público, como hizo Larreta con Villarruel en septiembre del año pasado, se reúne “contra el terrorismo” para reinvidicar al “terrorismo de Estado”. Pero el foco mediático y político estuvo puesto en la interna de la vicepresidenta con Milei, en Arrieta y la “pelea” con su bloque, y ni una cámara pasó por la legislatura.
“2024: Año para poner fin al curro de los DD.HH”, fue lo que publicó la diputada en marzo de este año, cuando comenzó el tanteo de indulto luego de la carta del Tigre Acosta -genocida condenado y preso- a su aprendiz Villarruel.
La misma diputada que presenta proyectos para sacar el nombre de Rodolfo Walsh, para “inventar” el día contra el “terrorismo guerrillero”, y que hoy disfruta de la impunidad junto con Pando y los que reivindican los fusilamientos, violaciones y desapariciones forzadas, en plena Legislatura porteña.
Si no hay respuesta, la milicada avanza. Si no hay construcción, ellos destruyen, en el más amplio concepto.