Todo lo relacionado con el ciclo menstrual ha estado -y sigue estando- lleno de silencios, tabúes, mitos y prejuicios. Como la primera menstruación en la adolescencia, el climaterio (o “mal llamada” menopausia) sigue siendo la etapa de la vida más invisibilizada de las personas con útero. Sólo en Argentina, más de cinco millones de personas la atraviesan y, sin embargo, no es parte de la agenda de salud pública. Como si no hablar de la menopausia impidiera que llegara.
Por: Camila Brizuela
Para visibilizar y concientizar, también es importante llamar las cosas por su nombre. La menopausia es apenas un día de la vida de las personas que menstruan: el día que la última gota de sangre menstrual cayó en la bombacha, copita, absorbente, etc. Y solo se sabe 12 meses después. Por eso, conmemorar el Día Mundial de la Menopausia para crear conciencia sobre esta etapa es como crear el Día Mundial de la Menarca para concientizar sobre el ciclo menstrual. Y es importante hacer mención a esto porque lo que no se nombra no existe.
Entonces, el climaterio, mal llamado menopausia, es la etapa natural por la que va a pasar toda persona que menstrua en algún momento de su vida. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 60% y el 70% atraviesan el periodo sin los conocimientos básicos de su impacto físico y psicológico. Por eso hoy, en el Día mundial de la Menopausia, es momento de romper con el tabú que invisibiliza y simplifica a la etapa.
En el siglo XXI el climaterio abarca un tercio de la vida de las personas que lo atraviesan. Aún así, de esta etapa no se habla y cuando sí se lo hace se lo relaciona con la finitud, la vejez, el fin de la sexualidad y con mujeres mayores de 60 años. Tal es la desinformación e invisibilización que ni siquiera se utiliza el nombre correcto. La menopausia no es más que el fin de la menstruación (un solo día de la vida), que en promedio sucede alrededor de los 50 años de edad
-dependiendo de hechos biológicos y del entorno sociocultural- y comprende un amplio rango entre los 48 y los 58 años. Por el contrario, el climaterio es un período que se prolonga durante años e incluye el antes, el durante y el después de la menopausia.
En diálogo con Revista Sudestada, Miriam De Paoli (51) y Milagros Kirpach (27), fundadoras de la organización No Pausa, sostienen que existen tantas menopausias como personas que -independientemente de la edad- dejan de menstruar. Es decir que es una etapa que puede llegar en distintos momentos y situaciones de la vida: con hijxs, sin ellxs, en pareja o sin, emprendiendo, en puestos jerárquicos, habiendo dejado de trabajar, a los 40, a los 45, a los 50 o inclusive, habiendo decidido realizar una terapia hormonal sustitutiva.
Los escenarios son múltiples y, por eso, la forma de transitar el climaterio depende de ese contexto, así como también del “peso del estereotipo”. Para algunxs, no será más que la pérdida de su menstruación- en algunos casos hasta un alivio- inclusive un momento de autorrealización y madurez intelectual o emocional. Sin embargo, si esta etapa acontece en un momento en el que prevalece la inseguridad, el miedo y las frustraciones, es probable que el desconocimiento –potenciado por la desinformación y el tabú que la acompañan- lleven a ver el cese de su menstruación como un proceso amenazador.
“Soy menos atractiva”, “estoy seca”, “odio esta etapa, yo no era así”, “fue lo peor que me pasó”; son algunas frases frecuentes que llegan a No Pausa. Pero, además, las autopercepciones negativas se ven profundizadas por la mirada del otrx: “está irritable, seguro está menopáusica”. Como esta frase, hay muchas otras peyorativas y despectivas que potencian el estigma.
“Creamos una organización dedicada a hablar sin límites, sin tabúes y sin miedos sobre el climaterio/menopausia desde una mirada contemporánea, intergeneracional y con perspectiva de género”, cuenta De Paoli. Así, desde No Pausa, creen que una de las principales falencias en el abordaje de esta etapa se da por la dificultad que tiene el sistema médico para encararla de forma integral. A lo que se suma la ausencia de políticas públicas y protocolos regulatorios para las personas que están transitando esta etapa en el país. Sin embargo, el significado cultural también influye ya que desde una perspectiva cultural, con la llegada de la menopausia la persona “deja de ser atractiva y ya no es competitiva ni tiene deseo sexual”.
Este escenario de desinformación y descontextualización de la etapa es común en los distintos sectores sociales. De hecho, en la carrera de medicina, la temática del climaterio está incluída en un solo capítulo de un libro, lo que hace que lxs médicxs se confundan y traten los síntomas como patologías aisladas y no contextualizados en el marco de un proceso hormonal que, si bien tiene un gran impacto en la salud, es natural. Aún así, no existen datos estadísticos sobre el tema, ni políticas públicas que trabajen en la difusión y atención de la “mal llamada menopausia”, independientemente de la edad, para llegar preparadxs, conocer la etapa y decidir cómo atravesarla.
Frente a la desinformación existente en relación al climaterio, No Pausa realizó un informe exploratorio de datos en sus redes sociales para, con estos resultados preliminares, lanzar el Primer Observatorio de Datos sobre Climaterio y Menopausia de Latinoamérica. Del total de la muestra, el 77% reconoció que desconoce que la menopausia es un sólo día de la vida y, a su vez, el 63% indicó que no sabe lo que es el climaterio.
En relación a los síntomas, más del 40% de las personas encuestadas no los relaciona con los cambios hormonales. De hecho, el climaterio en verdad está atravesado por 34 síntomas, pero los 8 más frecuentes son el aumento de peso, los cambios en la líbido, insomnio, irregularidades en el ciclo, lagunas y nieblas mentales, mayor labilidad emocional, sequedad (sobre todo vaginal) y sofocos. Y, cada uno de ellos llegan en diferentes momentos y no a todas las personas por igual.
“Los datos nos permiten dimensionar el desconocimiento, la desinformación y poner sobre la mesa la temática; además de problematizar para convocar e impulsar un verdadero cambio a partir, por ejemplo, de la política pública”, explica Kirpach. En este sentido, la ausencia de políticas públicas, la falta de consideraciones dentro del mercado laboral, pero, sobre todo, la nulidad del tratamiento del tema por parte de los medios de comunicación, así como también la falta de Educación Sexual Integral No Reproductiva, refuerzan el tabú y potencian que esta etapa sea vivida –por la mayoría- de forma silenciosa e incluso vergonzosa. Desde No Pausa, están seguras de que la información es fuente de empoderamiento, autonomía y de decisión. Por eso consideran que dimensionar el impacto del climaterio en la calidad de vida de quienes lo atraviesan y darle tratamiento debe ser un compromiso de las culturas, las sociedades y los estados.