Sobre la denuncia de una piba a la que le ofrecieron 360 mil pesos por mes por jornada completa
Muchas de las cadenas de comidas, empresas internacionales que copan el mercado, y abren un local tras otro en los principales centros turísticos o puntos estratégicos, explotan a sus trabajadores desde hace décadas, y cuando un gobierno fomenta el blanqueo de la explotación laboral los buitres empresariales se saborean, y el llano la sufre.
En medio de una reforma laboral que justamente propone esto que aquí se manifiesta, una piba que busca laburo recibe este “ofrecimiento”. Lo rechaza porque le parece una miseria -como lo es- pero también porque puede rechazarlo, porque tiene una espalda donde apoyarse, porque no depende ese laburo de llenar un plato de comida, de la leche de los pibes, o de quedarse en la calle. Porque tiene -y sabe que lo tiene- el privilegio de decirles que no a estos saqueadores de la vida ajena. Porque laburar 10 horas por día por 360 mil pesos mensuales, es una explotación explícita, como también lo es que un jubilado no llegue a ese ingreso, y que el salario promedio -PROMEDIO- en Argentina sea de 400 mil pesos mensuales, el Mínimo de 278 mil, y la Canasta Básica es de un millón de pesos.
Es decir que Kentucky te explota, y el gobierno también. Que de hecho desde La Rosada y el Congreso dicen y digitan para que los patrones paguen una miseria. Porque Milei decreta una jubilación de menos de 300 lucas, y en plena temporada de verano, en la Costa Atlántica -por ejemplo en San Bernardo- le ofrecen a las pibas y los pibes, laburo por 2 mil pesos la hora. Y “si no te gusta, andate”. Y “si reclamás que te echen sin poner un peso”. Y ya no estás en blanco porque “estás a prueba”. Y la rosca sigue, y las empresas festejan, y gran parte del pueblo sabe y sufre que en Argentina ni con tres empleos se llega a fin de mes.
Atahualpa lo decía muy claro hace muchísimos años: “Hay una cosa en la vida, más importante que Dios, y es que naide escupa sangre, pa’ que otro viva mejor”.