Por Editorial Sudestada
Se concreta otro plan del gobierno con Patricia Bullrich a la cabeza, el traslado de los genocidas condenados por delitos de lesa humanidad, del penal de Ezeiza -donde se reunieron con diputados- a la “cárcel vip” de Campo de Mayo, en el que otros monstruos gozan de un “privilegio” criminal. A la noche, de madrugada, los monstruos pasan de la cárcel al vip, donde podrán jugar al tenis, contar con clases de teatro, incluso muchos de ellos “exigieron” una celda propia.
Astiz, Suárez Mason (hijo), Donda, Pernías, Jorge Carlos Radice, Ricardo Miguel Cavallo, Alberto González -mentor de Villarruel-, Luis Ambrosio Navarro y Rodolfo Oscar Cionchi, son algunos de los “recién llegados” a la Unidad 34 de Campo de Mayo, lugar donde funcionó uno de los centros clandestinos de detención más grandes del país, en el que fueron secuestradas entre 5 mil y 6 mil personas. Otros monstruos esperan el traslado, y el gobierno que sueña con la impunidad pero no logra el indulto ni las domiciliarias, les otorga este beneficio a las peores miserias vivas del continente.
La pata civil del partido militar, los pichones de genocidas, los aprendices del terror y quienes reivindican al plan de exterminio de los 70, logran otro paso que pone en jaque a la democracia, que golpea a la Memoria, que intenta cortar de cuajo a la Verdad, y que se ríe de la Justicia. Porque estos criminales deben estar en cárceles comunes, como Videla que murió en un inodoro, y no en un “vip” con los archivos escondidos, con las órdenes para la Rosada y el Congreso, con tenis y teatro, con celdas particulares, y con los petitorios hacia el Poder que hoy los apaña.
¿Qué estamos esperando para reaccionar? ¿Qué nos pasa como pueblo que los genocidas reciben beneficios mientras en las cárceles más de la mitad de los presos no tiene condena firme y están en pabellones comunes? ¿Cuál es nuestra reacción sabiendo que el fascismo y el partido militar va de pasito en pasito y con este gobierno pareciera caminar?
A dónde vayan los iremos a buscar, que les quede claro.
