Por Editorial Sudestada
Ahora Kueider, luego de ser expulsado, y de que el gobierno intente anular la sesión, pide que lo restituyan como senador. Porque la “estrategia” de este rejunte es la de afirmar que la sesión no era “válida” porque Villarruel tenía que reemplazar a Milei -de viaje- y no sesionar. ¿Qué sucedió para este “manotazo de ahogado”? Quien reemplaza a Kueider es una senadora de la Cámpora. Es decir, que ya no es un alfil del gobierno nacional. Si había alguna duda de la complicidad del “baúl” del senador con el gobierno…
La “Ley de las coimas”, más conocida como la Ley Bases, fue aprobada en el Congreso gracias a varios funcionarios “opositores” que de repente se convirtieron en oficialistas, o en votos para la “corona” presidencial. Como el caso de Kueider. En aquel momento se habló de “embajadas a cambio”, de “cargos prometidos”, de “sobres para todos lados”, y de repente el -ahora- ex senador intentó cruzar la frontera con más de 200 palos verdes, con la misma acompañante, y con el mismo viaje que había repetido seis veces en el año con mismo destino.
Kueider está en la mira, y no justamente para ser el señuelo para ampliar las investigaciones, sino para convertirse en el chivo expiatorio para confundir con la “transparencia”, mostrar que al senador se lo raja, y que “nadie diga más nada”, que los secretos “abajo de la alfombra”, y que los negociados continúen. Porque se vienen nuevos decretos, porque la transa sigue, porque sin estos “vendidos al mejor postor”, el gobierno no puede aprobar nada. Porque el gobierno maniobra para que Kueider vuelva, y él lo pide a gritos. Y la corrupción…
¿Qué sucederá con este senador? ¿De dónde llegó ese dinero, qué hacía Kueider en Paraguay, por qué cambió su voto y se pasó de vereda? ¿Cuántos funcionarios ahora “suspenden sus viajes”, y cuántos se guardan hasta que las aguas se calmen? ¿Qué sucedió en la Ley Bases para que muchos cambien su voto horas antes, se den vuelta, y voten a favor de un decreto que anulaba lo que antes habían votado? Como lo hizo este senador, que ahora sueña volver y “votar”.