Después de 11 años de luchar incansablemente contra la justicia, se logró que se determine una fecha de juicio para el caso de Luna contra su progenitor por abuso sexual. Fueron años muy duros donde, lejos de poner el foco en la responsabilidad del abusador, la justicia persiguió, hostigó y revictimizó a su madre protectora y a la propia víctima. El juicio será los días 7, 9, 14, 16, 23, 28 y 30 de agosto del 2023. Desde Editorial Sudestada, hablamos con Yama Corín mamá protectora e integrante de Mundanas sobre lo que significa este enorme logro.
Yama, ¿que significa para ustedes tener una fecha de juicio ?
Haber llegado a la fecha de juicio es saber que esto se termina. Hace 11 años que hice la denuncia. Luna tenía 9 años y va a llegar a un juicio, y a volver a declarar, con 21 años. En todos estos años, para que ocurra cada paso, fuimos un montón que estuvimos atrás organizadas manifestándonos, escribiendo cartas de preocupación, juntando firmas… Nada en estos años fue esperar. Todo el tiempo fue luchar y sin perspectiva más que la de muchos años que fue que Luna estuviese a salvo del contacto con su abusador.
Hoy estamos con una fecha que podría generar la condena, porque creo que justicia ya no va a haber: a nosotras nos arrebataron once años de vida en este camino. Si creemos que estamos ante la posibilidad de una condena y eso es algo que tiene que servir para todas. No solo para Luna, ni para mí, sino para todas las que nos acompañaron y para todas las víctimas de abuso que de alguna forma ven esta causa como una perspectiva posible viendo como la justicia nos da la espalda, nos violenta, nos revictimiza. Sabemos que si llegamos en red, y desde la lucha feminista y transfeminista, podemos conseguir el fin de la impunidad para este abusador y también creo que es la condena a muchos otros abusadores. Somos muchas las víctimas y este caso es un claro ejemplo de como es abordado desde la justicia el abuso sexual en la infancia y como el Sap es utilizado por ellos para desacreditar la voz de lxs niñxs.
Lo personal es político. La justicia nos adoctrina, ejemplifica y nos quieren demostrar que cada vez que nosotras vayamos a denunciar van a hacer lo mismo: darnos la espalda. Cuando logramos darle vuelta a la historia, estamos también demostrando que podemos. La fecha es un montón para nosotras y para muchas que estarán acompañando este juicio. Es una emoción inmensa aunque también sabemos todo lo que nos va a atravesar como el miedo, la angustia. Nos tranquiliza saber que lo vamos a hacer acompañadas. El 30 de agosto esto se tiene que terminar.