A 20 años de Cromañón: Prohibido olvidar

Qué nos vamos a olvidar… si no hay manera. Porque aquella madrugada del 30 de diciembre de 2004 nos partió al medio. Porque el recuerdo del golpe en seco duele, como las lágrimas, las “listas”, el humo, el fuego, y las pibas y los pibes…

Por Editorial Sudestada

Qué nos vamos a olvidar de ese infierno de corrupción, desidia, desorganización y desesperación. El que nos arrebató a 194 humanidades. En un país que siempre mira para otro lado, que todos los días tiene otras prioridades, ese abismo en llamas -que fue Cromañón- nos dejó un hueco acá adentro que no hemos podido resolver nunca.

Fueron 194 historias truncas, 194 pibes laburantes, 194 pibes que seguían a su bandita de rock, de corazones palpitando en las calles, viajando en bondi, cantando a los gritos, saltando y festejando la fiesta de tener todo por delante. Y hoy 20 años después, el barrio los abraza, y los extraña.

Los mató la corrupción, sí. Lo sabemos de memoria. Y también sabemos que siempre, pero siempre, son los pibes y las pibas las víctimas de este sistema perverso: los pibes los que reciben los balazos del “gatillo fácil”, los pibes los que ligan los gases de la cana cuando marchamos, los pibes que balean en todos los rincones, las pibas desamparadas por el Estado y solas cuando la violencia patriarcal ataca, los pibes explotados en un supermercado que se caen por el hueco de un montacarga por la desidia de patronales, los pibes los que quedan en la lona por la falta de laburo, los millones de pibes que esta noche no cenan…

Siempre son los pibes. Pero son ellos, también, los grandes protagonistas de la historia. No queda otra. Con la bandera y el recuerdo de esas 194 historias truncas que hoy nos faltan y nos acompañan. Con todos los que vienen de abajo. La responsabilidad nuestra quizá pueda ser salir a buscar, a luchar, y a construir, un país mejor, más solidario, con menos impunidad, para los que vendrán después. Mientras tanto… Prohibido olvidar.