Así duermen los pacientes en el Hospital Durand

La imagen corresponde al área de salud mental, y se replica en geriatría e internación, porque al Hospital lo están desmantelando, y frente a la ola de calor la “solución” son colchones en el suelo, un ventilador de fondo, y un pasillo prácticamente a oscuras. Esto sucede en el Durand, que depende del gobierno porteño. En la misma ciudad en la que más de 10 mil personas “viven” en condición de calle. En una realidad de angustia social multiplicada, de hambre que duele, de exclusiones permanentes, y de la salud mental como una problemática urgente, y ahora desfinanciada y corrida al costado. Así duermen los pacientes. En esto están convirtiendo a los hospitales públicos.

Por Editorial Sudestada

Porque el paso a paso del plan privatizador y de la destrucción del Estado está en marcha. Por eso lo primero que realiza el gobierno -además de la estigmatización- es el recorte de fondos, es la baja o nula de presupuestos, es el ataque directo a hospitales y salitas de emergencia, es la expulsión de miles de trabajadores, el cierre de direcciones, el acuartelamiento de insumos y materiales, y con todo ese combo perverso -hablamos de salud- intentan lograr que -como sucedió en los 90 con empresas nacionales- “muestren” que la salud pública no funciona, y que “el privado es el salvador”.

En el medio, esto. En el medio, la muerte que camina cerca, los dolores que se agudizan, los derechos que se arrebatan, y el personal de salud haciendo malabares, laburando sin dormir, y con un ingreso mensual miserable, pero dejando el alma para que los pacientes sean atendidos, para que las guardias funcionen, para salvar vidas, y para evidenciar la diferencia entre la humanidad y los números, entre el corazón de los laburantes de los hospitales, y el ataque del gobierno.

En Jujuy quisieron privatizar la salud y les salió mal. En Carlos Paz le cobran al no residente en cualquier hospital. Y la intención avanza, y el presupuesto para 2025 es alarmante, y el futuro está dejando bien en claro que, o despertamos, o nos arrebatan por completo el derecho a la salud.