Por Editorial Sudestada
Por esta razón no caminan por las calles, no entran a Universidades públicas, ni a hospitales, ni a fábricas, ni siquiera asoman la cabeza en los balcones. Por esta razón cuando Milei, o Espert, o Karina, o Villarruel, o los Menem, Caputo, Francos, Bullrich, y toda la lista de estafadores y tránsfugas del Estado; sale a hablar arman el circo “privado”, con aplaudidores pagos, unificando lo más roto de la sociedad junto a los patrones que repletan bolsillos, y una “militancia” de cartón entre confusiones y más cometas. Por esta razón, no recorren el país, ni lo recorrieron en casi dos años de gobierno.
Pero en “campaña” tienen que mostrarse con la gente, y el “circo” en la calle no les funciona. Y así se escudan, luego de provocar, de atacarnos desde todos los frentes, de multiplicar la miseria, de llamar “ñoquis” a médicos, docentes, jubilados y personas con discapacidad, de llamarnos “pedófilos”, “terroristas” por salir a protestar, y “vagos o zurdos de mierda” por defender la salud y la educación pública. Nos llaman -además- “chorros” después de afanarle toneladas de alimentos a los barrios, de gritar que “no hay plata”, para suspender pensiones y que el 3% vaya para Karina, y mes a mes multiplicar la “caja” de los Milei y los Menem, más las licitaciones, los sobres entre redacciones y bancas del Congreso, y los audios que ahora sí le entran al riñón de un gobierno atado entre alambres y choreando a 300 manos.
Y acá la respuesta de la calle, aunque digan que “somos violentos”, porque la violencia mayor es el hambre y la represión estatal, y porque mientras siguen ajustando al pueblo se la llevan desde todos los Ministerios, con el 3% ya descubierto y con la red de corrupción que todavía no se destapó del todo, y un jubilado sigue cobrando 300 lucas, y “suspendemos 500 mil pensiones por discapacidad porque no hay plata”.
Y la respuesta es esta, los tres con el escudo justamente de una “valija policial”. Una valija abierta, esta vez, sin porcentaje, y con un presidente que es corrido por el pueblo.
Imagen: Juano Tesone
