El Garrahan sin calefacción

Por Editorial Sudestada

Laburantes del Hospital Garrahan denunciaron ayer que uno de los sectores del establecimiento no cuenta con calefacción, en medio de la ola polar, del frío crudo, y con todo lo que eso significa. Estamos hablando en un contexto de ajuste presupuestario, de deterioro que crece, de salarios congelados, y de la salud pública directamente contra el paredón, con un vaciamiento profundo. Y mientras más de 45 mil familias quedaron sin luz en Buenos Aires, y el gas no alcanza, y las muchas escuelas suspenden las clases, en el Garrahan no hay calefacción. Y el gobierno… bien, gracias.

Llaman “ñoquis” a médicos y trabajadores de los hospitales que laburan hasta 36 horas de corrido, cobran 900 lucas, y ven cómo el mismo senador que los agrede recibe 9 millones de pesos por mes en una banca que aplaude decretos, que desfinancia derechos, que recorta presupuestos, y que empobrece al pueblo. Incluso hasta con una diputada, y varios laderos, que siguen sosteniendo que “la tierra es plana”. Y el ataque del gobierno no frena, como tampoco el vaciamiento y el peligro que afronta la salud pública, hoy representada de modo más visible con el Garrahan y el Posadas. 

Para tener en cuenta, las patologías y tratamientos que atiende el Garrahan no pueden recibir ningún ajuste, y de recibirlo la vida peligra. Ahí adentro, con salarios bajísimos, con infraestructura entre alambres, con los recursos entre malabares, y con el recurso humano como frente de batalla, le están salvando la vida a niños y niñas. Y el gobierno nacional profundiza el ajuste y pretende vaciar los hospitales. Y el 12 de julio se prevé una movilización para visibilizar esta realidad pero sobre todo para defender nuestros derechos.

Frente a la ola polar en todo el país, con más de 60 personas en situación de calle que perdieron la vida, no por el frío sino por el abandono de persona, en el Garrahan no hay calefacción y recorran otros hospitales públicos, y escuelas del conurbano, y establecimientos en las provincias y barrios, y sientan lo que es que el Estado te abandone, te estigmatice, te escupa, y no tenga costo.