De acuerdo a la ley N° 26601, les jóvenes de Argentina tienen derecho a tener sus propias ideas, expresar libremente su opinión y analizar críticamente los contextos que están viviendo. Ahora bien, respecto al planteo actual de la “Vuelta Segura a las Clases Presenciales” (¿segura?), ¿alguien consideró a las voces de una parte esencial del proceso educativo? ¿Quieren nuestros estudiantes volver a la escuela presencial? ¿Creen que es el momento apropiado? ¿Opinan que es realmente seguro el regreso a las clases tradicionales? Para no formular meras preguntas sin respuestas, encuesté* a un grupo de estudiantes de diferentes puntos del Conurbano Bonaerense. Elles compartieron sus diferentes puntos de vista en un breve cuestionario anónimo y sincero con su profe de Matemática, quien les agradece y festeja su interés en formar parte del debate público.
Por Victoria López, docente de Lanús*
Según plasmaron en sus respuestas, el 74 por ciento afirma que tiene ganas o quiere volver a las clases presenciales. En su gran mayoría, manifestaron la importancia de la sociabilización con pares y personal educativo. Les pibes tienen muy en claro el objetivo que sostiene la escuela tradicional. Durante mi paso por la virtualidad, pude observar cómo en muchos casos no pudieron organizarse con los trabajos ni concentrarse en los encuentros virtuales. Muchas veces, se enfrentaron a cambios rotundos en sus horarios diarios y sus estados de ánimo, sumado a la gran dificultad en la conectividad por falta de acceso a las necesidades básicas para una cursada virtual, e incluso a problemas de salud o laborales graves de familiares directos. Todas estas situaciones diversas, inciertas y complejas, dificultaron absolutamente la inédita experiencia de les jóvenes en su educación virtual.
Ahora bien, más allá de las ganas o no que tengan personalmente de volver a las clases tradicionales, quise indagar acerca de si creen que este es el momento apropiado para regresar. Un tajante 66 por ciento respondió que no cree que sea el momento adecuado para volver a la presencialidad. Si bien la mayoría desea volver a la escuela habitual, entienden que no es el momento más seguro para eso; ya sea por miedo e incertidumbre al contagio propio y de familiares, duda en la utilización de transporte público, desconfianza acerca de los cuidados de sus compañeres y familias o falta de condiciones edilicias en su institución. Les niñes y adolescentes plantean que no encuentran otra medida que ya no haya sido propuesta por los protocolos actuales de las diferentes jurisdicciones, pero aún así consideran que no son de ejecución real en su institución educativa o simplemente no quieren exponerse a ese riesgo.
Entonces, si están dadas las condiciones, con la particularidad de cada región, para volver a la presencialidad a las escuelas: ¿por qué generan incertidumbre en les estudiantes? ¿Alguien les preguntó si lo consideran viable? ¿Cómo llegó el debate de las clases tradicionales a estar en la agenda educativa, si les pibes sienten inseguridad? Tal vez sea necesario corrernos de la perspectiva adultocentrista del debate y darle lugar a las opiniones e ideas de les jóvenes, para así posibilitar una tarea democrática, inclusiva, permanente e integral de reconstrucción del hecho educativo.
*Esta nota fue escrita en colaboración con Celeste Martínez y la encuesta fue realizada en colaboración con Valeria Kerner.