Villarruel y otro acto negacionista. Hoy y en el Congreso

Por Editorial Sudestada

La vicepresidenta avanza a los pasos del Partido Militar que espera agazapado luego de la estrategia de infiltrarse en la democracia, con la reivindicación criminal y el negacionismo sobre el terrorismo de Estado. La semana pasada sucedió otro acto en “homenaje a las víctimas del terrorismo” en la Lesgislatura porteña, que dos veces le abrió las puertas a este rejunte de miserables que aplauden y reclaman la liberación de asesinos, violadores y genocidas. Y después de este último, con la diputada Fleitas como la cara que tapaba -aunque lo niegue- a Cecilia Pando, Villarruel fue de “inauguración” a Jujuy, de recorrido sonriente, donde funcionó durante la última dictadura uno de los centros clandestinos de detención de la provincia.

Cada acto, acción, recorrido de la vicepresidenta codo a codo con los criminales de lesa humanidad, muchos de ellos sus “mentores”, como Alberto González -uno de los tantos violadores de la ESMA- se realiza desde las sombras. Es tan así que estos “homenajes” no salen publicados días atrás, como el pasado en la Ciudad. De la misma manera que intentaron tapar la reunión con Astiz y los monstruos, negar todo lo que veníamos informando, y ahora la verdad ya está a la luz, como también que quien ahora pareciera tirarse guiños con el peronismo más rancio, teje lo que sus mentores detrás de las rejas y en la cloaca de la historia, le enseñaron.

Esta es la primera vez que un acto negacionista de tal magnitud se realiza en el Congreso. Y por más bronca, repudio, y reacción que tengamos, es claro que esto se logra porque nada sucedió cuando reivindicaban en plena campaña a la Junta de Videla. Porque nada sucedió cuando antes de ir a la urna por tercera vez “homenajearon” a genocidas en un espacio público. Porque una vez gobierno se reúnen con Astiz y las peores mierdas condenadas, y los diputados siguen sesionando. Por eso avanzan. Por eso el Partido militar festeja y sueña con la vuelta de la impunidad. Porque hoy el Congreso les abre las puertas. Las mismas que ellos sueñan cerrar para siempre.