Esa es la enorme diferencia entre la humanidad y el “balance” falso y de excusa perversa del gobierno nacional. “No es ayuda, son derechos humanos”, sostiene Valentina además para exponer a las miserias que nos gobiernan, con un presidente que además anuncia que sacará leyes que “protejan” al “equilibrio fiscal” para seguir ajustando al pueblo y liberando retenciones, para que el hambre de los barrios les pague la fiestita a los privilegiados que repletan bolsillos.
Esto es intencional, y está más que claro, porque la emergencia en discapacidad, el aumento en las jubilaciones, el financiamiento al Garrahan y lso hospitales públicos, a las Universidades Nacionales y a la educación, no le mueve el termómetro a nada del Estado. Y la excusa sigue siendo el “equilibrio” para llamarnos números a personas, mientras el Ministerio de Defensa compra armamento militar y aviones que juntan polvo con un gasto superior a todo lo mencionado, con los miles de millones para la SIDE por decreto sin pasar por el Congreso, y con la campaña financiada por el FMI, con los viajes personales del presidente y su hermana, y con senadores que cobran 9 millones de pesos por mes cuando un jubilado recibe 300 lucas.
La mentira no tiene argumentos, la perversión tampoco, por eso cuando los representantes del peor gobierno democrático de la historia intentan defender el ajuste, hablar del déficit, imponer que el Estado no está para la gente, hacen agua, más aún cuando la respuesta viene desde el llano como la de Valentina, cuando te hablan cara a cara, cuando te miran a los ojos, y ponen sobre la mesa la realidad, que contrarresta a cualquier relato, siempre. El recorte en discapacidad, las pensiones anuladas, los presupuestos vacíos, es intencional, cruel, y como espejo de la “gestión” que padecemos como país. A ver si se entiende, a ver si dejan de confundir, y a ver si reaccionamos de una vez.
