Los relatos de Marcela Alluz resuenan al oído en santiagueño. Su voz se trasluce a través de esas otras, mujeres atragantadas, descarnadas. “Somos como matrioshkas”, esboza.
Los relatos de Marcela Alluz resuenan al oído en santiagueño. Su voz se trasluce a través de esas otras, mujeres atragantadas, descarnadas. “Somos como matrioshkas”, esboza.