Por Editorial Sudestada
El gobierno tiene entre manos un borrador para el proyecto “libertad educativa” que tiene como objetivo derogar la Ley de Educación Nacional -vigente desde el 2006-, e informan que ya lo está “evaluando” el “Consejo de Mayo” -un espejismo de confusión-, para poder presentarlo como proyecto de Ley, romper con la estructura educativa, profundizar la línea del gobierno nacional, e ir al hueso en la “guerra cultural” promovida por este fascismo con la bandera falsa de una “libertad” totalmente adulterada.
Entre los puntos, el borrador del proyecto promueve la “educación en el hogar” planteado como “formas alternativas de enseñanza”, la criminalización de la protesta de docentes, con el intento de impedir paros y movilizaciones, “cambios en el financiamiento” que sabemos qué significa, con ajuste, recortes, y asfixie a la educación pública, y también -entre tanto- la autorización a las provincias a que las escuelas públicas puedan “ofrecer” “enseñanza religiosa confesional” de manera optativa y fuera del horario escolar.
Varios de los puntos en esta reforma disfrazada de proyecto y “libertad”, reúne muchos artículos gestados en la Ley Bases de Sturzenegger, que ahora retoma con más profundidad, y que -luego de las elecciones- el gobierno marca la cancha, sale con los tapones de punta, y pretende hacer de la Ley Bases 2, reformas tras reformas con derechos que peligran, con la “guerra cultural” educativa, con los programas anulados, con los contenidos vigilados y que adoctrinen el pensamiento propio, y el estigma a docentes y laburantes de la educación, todo con el latiguillo rancio y barato de “las familias por sobre el Estado” que nos recuerda directamente a los milicos con el “orden, los valores, la familia y Dios”.
Este borrador que lanza el gobierno para ver qué sucede en la opinión pública, se gestiona entre la Secretaría de Educación, a cargo de Carlos Torrendell, y el Ministerio de Desregulación, y ahora lo “analizan” los impresentables del “Consejo de Mayo”.
¿Se viene la reforma educativa junto con la laboral, la jubilatoria, la impositiva, y cuáles más? ¿Hasta dónde son capaces de ir, y hasta dónde el silencio cómplice, la tibieza, y la “especulación política” los acompañará? ¿Tenemos noción real de lo que significa todo esto?

