Por Editorial Sudestada
Sucedió anoche, en Rosario, en el partido entre Boca y Gimnasia por los cuartos de final de la Copa Argentina. Antes de comenzar el segundo tiempo, las hinchadas de ambos equipos comenzaron a tirarse butacas, y la policía llegó no se sabe bien para qué, porque a la platea alta de Boca, y a la tribuna del Lobo, donde comenzó todo, no fueron. Se colocaron en la bandeja de abajo para tirar balas de goma y gas lacrimógeno. En ese momento, la barra de Boca rompió el portón que divide la popular de la platea, y comenzaron a correr para el sector donde los uniformados se habían colocado en fila, para impedir que las hinchadas se crucen. Y ahí llegó Riquelme, que se paró en el medio, habló con la policía y frenó a la barra de Boca.
Mientras Román calmaba las aguas y lograba que los barras retrocedieran, un policía -como bien expone el video- le apunta y le tira gas. Es decir que por un lado si Riquelme con Cascini, Delgado, Chicho Serna y otros funcionarios del club no bajaban a la platea para frenar a los hinchas, no sabemos qué podía llegar a suceder. Por otro, la reacción de la policía tirándole gas a un presidente que estaba haciendo lo que el operativo de seguridad no pudo. Porque tanto los organizadores como la fuerza de seguridad en Rosario, mostraron -otra vez- un penoso accionar.
¿Cómo es posible que los efectivos no sepan cómo actuar, que solo manden a una fila de uniformados, que permitan que la barra de Boca abra un portón como si nada, que sea el presidente de uno de los clubes el que evite una violencia imposible de imaginar, y que además le tiren gas apuntando en ese preciso momento?
De la AFA ni noticias, porque lo “importante” es que “el partido continuó”. Y el club rosarino, dio un comunicado para “dejar tranquilos a sus hinchas” de que Newells podrá jugar de local sin que le suspendan la cancha.
La violencia en el fútbol es una problemática que sigue existiendo, y con medidas muy escasas para combatirla. Porque sabemos todo lo que hay detrás, como también el accionar de las fuerzas de seguridad, como sucedió anoche…
