Que no nos digan cómo nos tenemos que amar

En nombre del amor nos han llevado a esos lugares donde no queremos estar. Un discurso donde nos hicieron creer que si te cela te quiere, que si te controla es por que te ama. Con esas frases hemos perdido a cientos de hermanas. Nos siguen matando porque esta sociedad patriarcal puso nuestros cuerpos como un territorio conquistado, como una propiedad privada de quienes se creen dueños de nuestra vida. El amor romántico mata y nos nos referimos a los actos de ternura, a esos momentos donde recibimos del otrx un gesto de amor, sino a esa violencia que se ha ejercido durante años y que se a tratado de tapar con flores, ositos y bombones.
Repensamos el amor todos los días. Nos replanteamos la forma en que amamos y cómo lo hacemos. Varón con mujer, nos dice la heterocisnorma y nosotres no queremos habitar esas jaulas. No queremos entrar en los moldes de esta sociedad. Queremos amar como podemos, como dice nuestra querida escritora Cecilia Solá en unos de sus textos. Este 14 de febrero, le respondemos a esos discursos con poesía. Voces de poetas, textos de escritores, que nos hacen un poco más libres. Que el amor no duela. Que el amor no sea excusa para la violencia. Que nadie nos diga cómo nos tenemos que amar.

Por Editorial Sudestada

AMAMOS COMO PODEMOS (Cecilia Solá)
Amamos como podemos, como sabemos, como nos amaron o nos desamaron.
Amamos creyendo que si amamos así, todo estará bien, y que si no todo está bien, es culpa nuestra. Es como las anteojeras esas, las que les ponen a los caballos, para que no se asusten por lo que pueda salir de la vera del camino, o para que no vean que hay otros caminos, aparte del que están transitando. Amamos, pero con cuidado. Sin decir el primer “te amo”, porque es de necesitada. Sin exigir, porque es de egoísta. Sin levantar la voz, porque es de neurótica. Sin ser libres, porque la libertad no condice con el amor. El amor es amarre, fidelidad, casita con cortinas y olor a comida, que cocinamos nosotras, lavamos nosotras y comen otros. Qué feroz mentira nos vendieron, hermanas.
Nos inocularon la vergüenza del deseo, por miedo a que le otre no pueda satisfacerlo y se sienta mal. Nos enseñaron el conformismo, el “es lo que hay” o, peor aún, “no es suficiente, porque yo no doy más”. Y si ese amor enseñado nos duele, también es culpa nuestra. Las exageradas, las demandantes, las insatisfechas. Las culpables, siempre. Nos tatuaron el amor como nos tatuaron todo lo demás: la maternidad, el sacrificio, el cuidado, y si nos atrevemos a borrar el tatuaje, a buscar el antídoto, a negarnos a la vergüenza, a florecer en deseo y en demanda, allí están los diagnósticos, agazapados, esperando: loca, border, complicada, “inamable”. La chica que no le presentarías a mamá.
A la mierda, hermanas, a la mierda con las recetas de la abuela, que, en realidad, estaban escritas por el abuelo.
A la mierda las anteojeras, el cuidado, y el sacrificio.
Amá como se te cante. Decile te amo primero, y si se asusta, el cagazo es suyo, y el coraje, tuyo. Pedile lo que te gusta, y si no sabe, mostrale, y si no aprende, que se joda.
Amemos, hermanas, amemos a voz en cuello, en cueros, en ardor y en suspiro. Si no entienden ese amor, la culpa no será nuestra, y la pérdida tampoco.

….

FELIZ VALENTÍN MI AMORA (Cecilia Solá)
A vos, que te fuiste al primer golpe.
A vos, que te quedaste por que no tenias donde ir , pero al final te fuiste igual, aunque no supieras donde.
A vos, que no te has ido y sobrevivís como podés.
A vos, que tuviste que ocultar el embarazo Para no perder el laburo.
A vos, que perdiste el laburo, por que tenés hijos e hijas y te dijieron que no rendías lo suficiente.
A vos, que ganas menos sólo por ser mujer.
A vos, que llevas en el alma y el cuerpo las cicatrices de un macho violento, de una sociedad violenta, de un sistema violento…
A vos, que nunca te paso nada e igual salís a pelearla por las hermanas que si nos pasó.
A vos, que te cansaste de tener miedo.
A vos, que tenés miedo todavía.
A vos, que te quitaron la tierra, pero no te pueden quitar la memoria.
A vos, que te quieren hacer parir como castigo por ser mujer.
A vos, que te quieren presa por no parir.
A vos, que amas distinto.
A vos, que te dejar tu tierra o dejar la vida.
A vos, que nunca lo contaste.
A vos, que lo gritaste llorando, rugiendo a los cuatro vientos.
A vos, que no te callás más.
A vos, que gritas en silencio.
A vos, que construiste tu identidad a despecho de lo que te quisieron imponer.
Feliz San Valentín, mi amora, mi hermana, mi amiga, mi desconocida, mi congénere.
Me cago en los bombones en las flores y los ositos . Te regalo mi voz, mis pobre palabras escritas en llanto y risa, mi respeto y mi amor.
GRACIAS POR ESTAR VIVA, POR PELEARLA CÓMO PODES AL SILENCIO Y A LA MUERTE QUÉ NOS QUIEREN IMPONER.
DE FEMINIDAD A FEMINIDAD, FELIZ SAN VALENTIN MI AMORA.
Por que todos los días son SAN VALENTIN…. somos nuestra naranja entera, que nadie nos prohibía el derecho de ser libres, de amar a quienes queremos. Las Abrazamos fuertemente y acompañamos en la lucha día a día.

MARIANELA SAAVEDRA
Maternamos nuestres hijes, maternamos nuestras madres, maternamos nuestros padres, nuestres alumnes, nuestres amigues, nuestres cumpas de laburo, estudio o militancia, maternamos a les ex, les actuales y a las conquistas, maternamos la ancianidad, el desamparo ajeno, las ausencias filiales, maternamos casi todo lo que queremos o quisimos o deseamos y hasta confundimos la forma de satisfacer necesidades nuestras reclamando que nos maternen. Maternamos como una forma de relación o conexión, como forma de amar o demostrar capacidad. Y si no nos sale, si no maternamos lo suficientemente bien, si no lo hacemos hegemonicamente y hetronormadamente bien, nos enfrentaremos a negociar entre la culpa y la soledad.
El concepto de maternidad es el primer eslabón de una serie infinita de opresiones físicas y mentales que sirven al sostén del patriarcado y el capital.
Si vamos por un mundo despatriarcalizado, des-maternalicemos nuestros vínculos, para empezar.
No hay vínculo sano posible ahí dónde prevalezca el concepto social de maternaje… “hablando de amor”.

MARIANELA SAAVEDRA
Lo que yo haría con usted
está más o menos claro,
quiero darle la mano al caminar,
besarle hasta por las dudas,
llenarle de magia el hastío,
construir las ternuras más leales,
respetarle la elección
hasta cuándo no me convenga
y descubrir sin apuro
que era eso
de amar en libertad.
Pero creo
que es importante también
establecer aquello
de lo que no sería capaz,
yo jamás sacaría provecho
de su lealtad,
no abusaría de sus inseguridades,
no manipularía sus dolores
o los míos,
no estafaría sus ilusiones,
no exageraría sus virtudes,
no negaría sus defectos,
no le pediría cosas a cambio,
no frenaría sus vuelos
ni retendría las partidas,
no le diría de mi amor
si no estuviera segura
de mí amor,
no plantaría semillas
sin haber preparado antes
el territorio que las hagan crecer.

Pretendo querernos
sobre la base de lo que sabemos
que jamás nos haríamos.

Imagen: @will.la.beta

MARIANA FINOCCHIETO
Él dijo que no soy yo.
Que es él,
que no sabe querer,
que no ha sido amado
cuando niño,
que su madre le gritaba
y su maestra
lo dejaba sin recreos.
Que soy dulce y tierna,
la mujer ideal
para cualquiera
pero no para él.
Que me va a hacer sufrir
y me quiere demasiado,
porque soy dulce y tierna,
la mujer ideal
para cualquiera.
Y habló y habló y habló
mientras yo pensaba
quién será el genio
que le vendió
el mismo argumento
a tanto idiota.

MARIANA FINOCHIETTO
Me cansé del amor.
Ah, estoy harta
de esta voracidad
de taquicardia
con la que aún
me sorprende el corazón.
Voy a quedarme
sentada en el umbral
mirando
como pasan los ingenuos,
los certeros ojos alumbrados
por el fuego.
Voy a quedarme,
sí, voy a quedarme,
dando vuelta la tierra en mis canteros,
preguntándole al malvón
por qué florece
a destiempo otra vez.
Y si pasa el amor,
si se atreviera
a caminar mi calle,
si osara asomarse a mi puerta,
le arrojaré piedras
como hacíamos en el campo con los perros.

CINWOLOLO

VUELVE A BROTAR
Yo te juro que el corazón vuelve a brotar.
Y te volvés a enamorar. A enamorar de vos.
Por ahí no entendés nada en este momento, sentís que esa tristeza no va a pasar jamás, y te encontrás reafirmando que no vas a volver a creer en nadie, que no vas a volver a confiar.
Por ahí se te cayó el mundo abajo en un segundo y el agua de lo que lloraste ya te llega hasta el cuello.
Pero yo te juro que el corazón vuelve a brotar.
Permitite este momento de incertidumbre, dejá que se quede un toque la oscuridad, puteá, golpeá fuerte a la almohada, llorá hasta que sientas que no te queda una lágrima más, limpiá.
Mirá las estrellas con los ojos hinchados, sentí como se va a aliviando el alma, acomodá la almohada que tiraste al piso, apoyá la cabeza, descansá.
La primavera llega, cada vez que te das otra oportunidad. Aunque ahora sientas que no podés más, Yo te juro que el corazón vuelve a brotar.
Cada vez más.

MARIELA PEÑA
Estuve mucho tiempo con los ojos cerrados y conseguí no pensar en la muerte y, casi te diría que en ninguna de esas otras cosas que me dan miedo. Apenas los abrí sentí la brisa de la calma más profunda soplar mis pies, acariciar la tierra. La muerte, te digo, no logró meterse en mis pensamientos, no encontró sitio donde acurrucarse. En ese manicomio que siempre fue mi alma las pulsiones loquitas dormían la siesta o me bordaban caricias en la piel. No le gruñí a mi sombra, no quise salir corriendo de mí misma. Con los ojos cerrados no me sentí huérfana en ninguna oscuridad subterránea, no me obligué a abrirlos para llorar viendo. No. Me quedé dormida, me desperté sin alarmas cardíacas, y al Sol creado por mi circunstancia le pregunté por qué y me respondió con un amanecer que me contemplaba. Y fue entonces cuando te vi. No sos vos, no es por vos; es la paz que inauguraste en mi vida. Yo no sabía que es posible crear algo tan propio, tan honestamente propio en equipo.
Yo te vi en mi primer instante sin miedo. Recién nacida, ignorante.
Y ahora lo que quiero es que no tengas frío, que no te quemes, que no te agarre ninguna tormenta estando solo, que sepas que estoy, que tu amor desinteresado me use. Quiero cuidarte si necesitas que te cuide, que te pasen cosas feas a mi lado y que aun así, ni por un solo segundo dejes de pensar que la vida es hermosa. Quiero que nos manchemos la ropa y la piel de tierra negra y blanca, que acariciemos los dos al mismo tiempo al mismo cachorrito que nos crucemos, tocarte por fuera de la camisa, sentir de que te llevo dentro, enterrarme viva en tus brazos, ser, juntos, tinta que se escribe con las manos, quedarme callada y no tener miedo; hablar y no tener miedo, que rompas las ventanas, que me sigas arrancando el invierno del pecho, mirar atrás y ver el contorno de los tantísimos mundos que cree para abandonar. Girar hacia adelante y seguir caminando de tu mano retorciendo, con gozo, las tripas de la poesía.

MATÍAS DE RIOJA
No fueron tus contradicciones,
ni tus dudas permanentes,
ni tus silencios recurrentes.
El error fue creer
que tenía que dejar de ser yo
para que hubiera un nosotros.
Aunque mis amigos me lo advirtieran,
aunque frente al espejo
no me reconociera,
el problema fue mi obstinación
en sacrificar mi deseo
para ajustarlo al tuyo. 
Ser un extranjero de mí mismo
con el afán de entusiasmarte.
Porque no es cierto
que el amor todo lo puede,
todo lo espera,
todo lo soporta.
Ese es un romanticismo
idiota y peligroso.
Y ahora que miro para atrás,
ahora que ya no duele,
entiendo que el amor
es hermano de la libertad
y no del sacrificio.
La intensidad que nos vuelve
mejores a cada uno de los dos.
Tan domesticados que también tuvieron
que decirnos qué día se celebra el amor.

JUAN SOLÁ
Yo no merecía la tristeza que trajiste
disfrazada de ternura.
No me ofrezcas la versión
insostenible de tu amor: regalame
un beso sobrio.
Me convertiste en el dealer
de la única falopa que jamás
podrás comprar.
Librame de tus errores.
No te vendo más.

ESTHER PINEDA

Compañera
Siempre tuve miedo
de enamorarme
completamente,
de perder la razón,
de no poder
sacarla de mi cabeza,
de no poder
soltarla de mis manos.
Ella,
me acompaña
en mis alegrías
y en mis tristezas,
en mis éxitos
y fracasos,
en la salud
y en la enfermedad,
hasta que la muerte
nos separe.
La escritura,
mi fiel compañera.

NATALIA BERICAT
Rescate
No me rescataste de una torre
ni de la morada de los dragones
me sacaste de un sótano oscuro y frío.
no llegaste en corcel blanco
no venías vestido de caballero
me encontraste con la piel quebrada
y sangre en la garganta.
No había ropas de seda
eran alas de mariposa ultrajadas
por la sudestada;
tenías una llave y una caja
con un murmullo de mar
como esos caracoles
que encontramos en la arena.
tenías una llave y una caja
donde danzaba la bailarina
de los dedos lastimados.
tenías una llave
para cerrar el dolor en una jaula.
tenías una llave diminuta
para abrir la estanca
que alguien soldó
en mi pecho.

GEMMA RÍOS
Carta para Anna
Vamos recorriendo nuestros cuerpos
con los ojos cerrados,
sabemos las dolencias que nos aquejan hace años,
podemos tratarnos con mesura
en las zonas remendadas,
con voz suave,
ojos sinceros,
vas mermando la tirana déspota que me asalta,
vas trepando en altura tus deseos más recónditos,
diste luz con sombra
para que aparezca Anna
en este renacer que se repite
mecánico
como el atardecer,
que te dije es tuyo,
pedaleando sobre la cortada frente a las vías del tren
en una vuelta a este encierro asfixiante.
Construir confianza
no es fácil cuando afuera respirar arde,
creer en un espacio arriba de la casa sauce,
que el espacio lleve el nombre
de la payasa travesti con tetas históricas del under,
un compromiso de refugio
frontera a la normalidad que nos espanta.
Hablo en plural
y ya leo
a les antitodo cibernéticos
tildándome:
de romántica
monógama,
naif
y vaya a saber cuánta
miseria espejada.
Pero esto trasciende
vínculo
pareja
pololas
novias cliché
Lo cotidiano
se vuelve mágico
gracias a tu modo de hacer hogar
en cada rincón donde estás.
Lo que florece no tiene nombre,
lo inventamos,
estar juntas es una elección de cuidado
entre tanta muerte a la vuelta de la esquina.
Cosechar las siembras
de un invierno lleno de ventura,
el viento seco nos visita,
tu mirada arraigada al cielo
todas las ganas juntas de ir
hacia donde dicte la pasión.
El agua de potito resultó más de lo que yo creía.

Ilustración: @camiluz.ilustra

Sexo casual
Las aplicaciones me llevaron
a besar a un hombre buey
con brazos peludos llenos de venas,
barba pinchuda,
uno de esos que dan patadas por las noches.
Cuando la noche,
el whisky y el tabaco desesperan,
se ven fácilmente
particularidades de una decisión con prisa.
En algún momento alguien hizo pis en la cama.
Él cree que por ser minúscula, afeminada,
puede dominar mi cola de pelo
con sus manos caníbales.
Ya estoy en bombacha
simulando cadera quebrada,
rendida a sus pies.
Con delicadeza
le marco lugares
que no va a poder penetrar con su fuerza
salvo que use
la insinuación de sus dedos.
Freno el coito,
hago gesto de horror,
le demuestro quién domina ahora.
Cuando se duerma de nuevo
planeo escapar por la ventana
para que salga desesperado
buscando mi aureola de zorrina
en los suburbios de Balvanera.
Me da lo mismo
mentir
amar
fingir
matar
todas las veces
que me lo pidan.
Esa noche vuelvo a casa,
renazco fragmentada
estando sola rodeada
del perfume que les tiro a mis sábanas.
Me recuesto brazos en alto,
siento
alerta de emoción.
Es imprescindible
no llorar como me enseñaron
y aprender de la fantasía
cuando es tan real.

NINA FERRARI
Proselitismo
Falta de amor no fue, seguro.
Eso es algo de lo que puedo dar fe.
Acá el problema fue político:
empezando por los conflictos distributivos,
vos pretendías tener el monopolio
de mi atención.
A eso sumale mi inestabilidad emocional
cortoplacista
y tu susceptibilidad
en estado permanente de hiperinflación.
Ni hablar de mi falta de inversión afectiva
y la eterna deuda externa
de las facturas de tus ex
que tuve que pagar yo.
Y qué querés que te diga, amor,
a decir verdad,
el marco jurídico tampoco ayudó.

Ciénaga
Necesitaba alejarte
para que ninguno de los proyectiles
de mi explosión
te alcanzaran;
necesitaba protegerte de mí
porque me perturba sentir
que siempre rompo todo lo que toco
porque me aterra ser poseído
por esa fuerza compulsiva
que no tiene borde ni frenos.
Vos siempre
quisiste sacarme de la ciénaga,
pero la ciénaga
era yo.
Necesitaba decirme y repetirme
que no eras más que un pensamiento
al que podía darle un besito en la frente
cada vez que aparecía por mi cabeza
y mandarlo de vuelta a su casa.
Necesitaba tiempo
(¿no es acaso otra forma de la distancia?),
necesitaba dinamitar
cualquier rastro de esperanza,
amordazar mi oscuridad
hasta que el pasado me pidiera disculpas.
Pero, entonces,
la noticia del accidente
tiró del hilo de tu nombre.
Y de pronto,
vos
en la cocina fumando en la ventana,
vos
en la almohada tocándome el pelo,
vos
sonriendo dormida,
vos
en la terraza leyendo un poema,
vos
mirando la luna pidiendo un deseo,
vos
dormida en mi pecho, iluminada por el fuego,
¿Te acordás de lo bien 
que nos salía ser nosotras?
Juntas éramos la selección del 86.
Podíamos con todo
y contra lo que fuera.
Perdoname.

Te escribo así:
como quien pide un deseo antes de soplar las velitas,
como quien reza,
como quien busca el paf en el fondo de la mochila,
como quien se acaricia las sienes con una bala,
como quien sale a pegar al Bajo
jugadísimo de madrugada.
Te escribo ahora,
tarde,
sí ya sé,
demasiado.
Te escribo
porque preciso que sepas
que necesitaba olvidarte
pero ahora
ya no sé
si quiero.

@oililustraciones

LULY DIBUJA

EL AMOR NO DEBE DOLER
¿Cuántas veces nos dijeron que el compañerito que nos pegaba o molestaba en el jardín era porque gustaba de nosotras? ¿Cuántas veces escuchamos que si nuestras parejas nos celaban era porque les importábamos? ¿Cuántas veces compramos el discurso de que si hay amor todo se debe soportar?
El amor no debe doler, el amor no debe poseer, el amor que asfixia no es amor.
Necesitamos repensar y reeducarnos para tener vínculos sanos, plenos, que se nutran de la autonomía de cada une y propicien el bienestar integral de quienes conforman ese vínculo.
Si el amor te duele o lastima, no estás sola, contalo, hablalo, gritalo, somos muches quienes estamos dispuestos y dispuestas a escucharte y acompañarte.
Cortemos los vínculos tóxicos, desechemos el amor romántico que busca cortar nuestra libertad y autonomía, reivindiquemos los vínculos sanos, el amor propio y la sororidad.
Que amar no te cueste la vida.

FERNANDA FELICE
El capitalismo y el mercado nos necesitan mesurados/as, individualistas, mezquinos/as. Por eso nos avasallan con eslóganes publicitarios que nos que hablan del amor propio y del manejo de las emociones. Pretenden enseñarnos a amarnos y a controlar lo que sentimos, como si eso fuera posible, como si fuera tan simple como seguir una receta ordenada en una serie de pasos. Es más, desde la primera infancia, proponen que la educación emocional ingrese a las escuelas para que las niñas y los niños aprendan, desde pequeños a ser medidos y disciplinados.
El capitalismo y el mercado saben (nosotras y nosotros, por suerte, también lo sabemos) que El Principito tiene razón: el amor es lo único que, cuando se reparte, se multiplica. Y eso nunca es un buen negocio para los poderosos.
Por eso amar es es un acto revolucionario; amar con ternura infinita; amar con absurda y necesaria esperanza; amar en defensa propia. Amar con el coraje necesario para desaprender los mandatos (viejos y agiornados) mal enseñados y bien aprendidos, que siguen pretendiendo lo mismo: decirnos cómo, cuánto y hasta cuándo debemos amar.

CORA BARENGO
Laudista.
Sin piedad su música
infundió belleza en mi noche.
Luego descubrí…
(a veces es mejor no anochecerse de naufragio)
la cuerda musicalizaba sola,
su música nunca era para mí.
Entonces tuve que aprender a vuelo de golondrina
a guionar mi propia noche
y paradójicamente
encontré belleza.

GUSTAVO YUSTE
Relación abierta
Las flores que me regalaste ayer
desprenden perfume
aunque ninguno de los dos
esté en casa en este momento.

SAMANTHA SAN ROMÉ
El cielo de los ex novios
Dijiste me voy
y yo te dije ¿cómo?
si todavía no terminamos la serie
si todavía no leíste el manifiesto comunista
si todavía no estamos cansados
si tengo el olor de tu abrazo por la mañana
si hace un rato me puse de rodillas para besarte
si conocés mejor que yo el camino de mi espalda
si dijiste que te ibas a morir al lado mío
y todavía no te moriste
si todavía no cerraron todos los zoológicos del mundo
si todas nuestras noches fueron perfectas
si tenemos un perro
si recién dejaste de fumar
con todas las veces que te lo pedí
si sobrevivimos a todas las dudas
si nos íbamos a ir a Brasil en el verano
si sabés que me vas a extrañar
si todavía tengo la llave de tu cuerpo a mi cuerpo
¿hasta qué número tengo que contar
para quedarme dormida esta noche?
Te parecés a todos esos chicos
que me hicieron reír en el sillón
y que hoy están en el cielo de los exnovios
que ahora tienen tu cara
con esa gorrita azul
que me dejaron esperando en una playa de Colombia
con la resaca de la felicidad.
Y navegando en mis dolores
me entrené para este
hay un cartel luminoso que dice:
ya estuviste acá antes
que adentro tengo todo lo que necesito
que nadie se lleva mi amor nunca
que adentro está el ejército de amigas
listas para patear las puertas que cerraste
con todas mis lágrimas
que afuera está el futuro con una sonrisa
que afuera está el reino del olvido
con el corazón victorioso y abierto.

MARTINA CRUZ
Ni siquiera sé si te quiero o eras un brillante adorno
de árbol navideño
que me olvidé armado
y ya era marzo
abril, mayo, junio y seguías
entre las luces intermitentes
seguías.

Ya no te amo
solo estoy dando vueltas enfermizas
en una pelopincho
esperando que el remolino logre
de una vez por todas
ahogarme.

LUCA ANDREA
bonito
si me acompañás hasta la esquina
tal vez
no me arrepienta
de haberte leído
los renglones más sinceros
esa noche de verano
si me acariciás la espalda
en el momento justo
que mis talones se marean
prometo entender
que en este juego nadie es perfecto
y que me heriste
alguna vez
porque tu suelo se desplomaba
y no había nadie
que te extienda la mano y te diga
podemos ir por ahí
acariciando lo que arde
bonito
yo también lastimé un chico
alguna vez
apenas entendía
que lo que se dice resuena
que lo que resuena
lastima
y que si lastimamos
es para ser del grupo
de los intactos
cuando una chispa pequeña
amenaza con incendiarnos el cuerpo
bonito
si entendés lo que te digo
me meto al mar aunque congele
me fumo el subte rebalsado
te prometo
acompañarte a hacer mil trámites
aunque te manden
de un lugar al otro
y caminemos cien y mil cuadras
y los hombros se pongan rojos
yo sé que vos
de noche y desnudos
no me vas a hacer doler
porque lo que acaricia no duele
y si no duele refresca
y si tenemos aire fresco
despertamos
aquellos sueños
que nos prohibieron
quienes deseaban vernos
debajo de las mantas
bonito
si me acompañás hasta la esquina
y me prometés
no volver a lastimarme
yo
cierro los ojos
y me entrego.

SOFÍA CALVO
Cuando quiero, quiero a los gritos, con bombos y trompetas, haciendo mucho lío. Quiero fuerte y al medio.
Quiero exagerando la cantidad de abrazos que debe dar una persona al día, y elevo la dosis de besos al punto ya de ser completamente desmesurada.
Cuando quiero, lo hago casi 24 horas al día, los 7 días de la semana, los 365 días del año y no descanso ni respiro incluso cuando estoy enojada.
Cuando quiero me gusta trasmitirlo al mundo, contagiar de la energía, escribir canciones y poesías.
Quiero a lo bruto, sin leyes, acéfala, anárquica, revolucionaria.
Cuando quiero, cuando te quiero, lo hago con todo, porque sino… prefiero no quererte nada.

VICENTE QUINTRELEO
Yo soy un Chile desconocido para ti,
pero aquí estoy para que conquistes todo su territorio.
Recorre mi cuerpo
como si recorrieras este país tan extenso y variado.
Recorre el desierto de mi boca seca y hazla florecer,
como el Atacama tras la tormenta altiplánica.
Recorre los valles que forman mi cuello,
mi torso desnudo, mis latidos poéticos
como tantos frutos de vates que se sembraron en esta fértil zona.
Avanza hacia mi púbica zona central,
llena de Valparaísos, Islas negras, Canelos y Cartagenas.
Toca mis muslos, que son como el Maule
y mis piernas frondosas como la selva valdiviana,
y mis pies gélidos, en estas noches,
como el Coyahique que se instala bajo tus sábanas.
Te doy de Chile mis ojos,
para que puedas ver aquellos lugares
de los que tanto te he contado.
Te doy de Chile mis manos,
para palpar las alegrías y sufrimientos
que vive mi pueblo.
Te doy de Chile mis pies, para que recorras
desde el desierto a la región más austral, de costa a cordillera.
Te doy de Chile sus rincones, sus secretos,
su olor a tierra mojada.
Te doy de Chile mi alma,
que se queda en este espacio que habitamos juntos,
Porque nuestro país no lo determinan documentos
sino la construcción de nuestros sueños,
en la acción de un caminar juntos de la mano.

MARIELA GUREVICH
DALE, DECIME DÓNDE ESTÁS
Dale, decime dónde estás
Decime dónde puedo encontrarte
Tirame un centro, dale.
Saldría a buscarte por la noche sin rumbo 
Quizás te encuentre sin un brazo, 
sin las piernas 
Boqueando 
como los pibes del barrio 
cuando los cueteaba la yuta
Dale, tírame un centro
No ves que acá no es como antes
No ves que no me llegan 
tus mensajes a la madrugada
pidiendo que te busque en la estación
No ves, pibito rapado
pibito fumón, 
que acá ya no hay amor
Que nos reclutan para salir a cazar 
carne 
de esa que no tiene nombre
que no vamos a probar nunca. 

EL AMOR ROMÁNTICO MATA

Ilustración de Villy Villian