Por Editorial Sudestada
Como reemplazo de Luis Petri, el gobierno mete a Presti, con un prontuario que preocupa, convirtiéndose en el primer militar -desde el retorno de la democracia- en asumir el cargo de Ministro. Y justamente de Defensa. Y el gobierno lo presentó con “Una persona con intachable carrera militar”, y la pregunta que sigue resonando es, ¿quién es Carlos Presti?
El nuevo ministro es hijo de Roque Presti, genocida de la última dictadura cívico militar y eclesiástica, que murió impune pero imputado por estar al frente del regimiento de infantería 7 de La Plata, responsable de los ex centros clandestinos de detención “Comisaría 5ta”, “Arana” y “La Cacha”, como -entre tanto- parte del operativo en la Casa Mariani-Teruggi, donde además del asesinato de compañeras y compañeros, secuestraron a Clara Anahí, de tres meses de vida, que los mismos genocidas denominaron “extremista”.
Y Carlos Presti, este nuevo Ministro de Defensa, fue y es cómplice del terrorismo de Estado, sin una sola declaración sobre lo sucedido durante el genocidio que atravezó al país, y como clara protección a su padre y a todos los responsables de los más de 30 mil compañeras y compañeros detenidos y desaparecidos, y los más de 300 nietos y nietas que seguimos buscando, entre ellos la propia Clara Anahí.
Y cuando venimos mencionando y denunciando a la pata civil del partido militar dentro del gobierno nacional, se nombra como Ministro -por primera vez desde el 83- a un militar, mientras en los penales de lesa humanidad Astiz y las miserias humanas condenadas sueñan y esperan el indulto, u otros beneficios, que ahora con este milico metido en plena “democracia”…
¿Qué nos puede sorprender, o en todo caso, cuánto sorprende que el gobierno meta de ministro a un militar, hijo de genocida, cómplice y reivindicador de los crímenes de lesa humanidad, y nada suceda? ¿Qué otro paso dará el partido militar infiltrado hasta lograr el cometido por el que brindaron en diciembre 2023, detrás de las rejas?

