Nos comunicamos con Eva, Cássio y Lucho, integrantes de Pim Pau, para poder conversar, entre otras cosas, sobre el trabajo que llevan a cabo, las búsquedas de los contenidos para las infancias, la docencia, las luchas sociales, las propuestas pedagógicas y las realidades que nos interpelan. Una hermosa oportunidad para abordar un tema importante y necesario a través de un proyecto que crece día a día, desde la música, el trabajo en las aulas, los talleres, y los viajes por todo el territorio latinoamericano y la militancia activa.
Por Jorge Ezequiel Rodríguez
¿Cómo surge este proyecto?
Eva: Empezamos a trabajar juntos en 2014, en realidad primero nos hicimos amigos. Cássio y yo somos compañeros de vida, a Lucho lo conocimos ejerciendo la docencia, laburando para la primera infancia. Y en esto de compartir e intercambiar inquietudes, curiosidades, ganas de hacer y generar contenido, en 2014 lanzamos nuestro primer material audiovisual. Lo que nos encuentra es la amistad y las ganas de estar juntos compartiendo una misma mirada y un mismo enfoque sobre el arte y la educación, y poder generar un contenido que no subestime a las infancias, que las entienda como sujetos de derecho, y también acompañar a la comunidad docente y a toda la familia. La plataforma de YouTube nos dio un acceso directo y gratuito, que permite que el material circule. Después vinieron los discos, los vivos, los talleres de formación docente, los congresos y todo el material que fuimos desarrollando.
Incluso han llegado a sacar un libro
Lucho: Lo que nos encontró, como decía Eva, es la mirada política sobre la vida, la cultura, la educación y eso nos llevó a debatir muchísimo, a pensar y a repensar el contenido. Y lo que pasó es que primero viene esto, el debate, las charlas, meditar todo lo que nos encontraba. Después vinieron los discos, y luego el libro. El germen estuvo en esas discusiones.
Cássio: Incluso la idea de banda, porque la música parece integrada dentro del contenido audiovisual, y eso es porque fuimos audaces y porque como decían recién, todo comenzó desde las primeras charlas. Entonces de alguna manera este libro que terminamos de escribir en 2020, ya estaba en el abanico de necesidades. El proyecto va decantando distintas formas. Arrancamos como banda, la música integrada al lenguaje visual, por eso lo llamamos “contenido audiovisual” y no video clip. Nace para que sea un contenido que se comparta en un abordaje pedagógico.
Eva: Por eso nos nombramos como un “Proyecto de arte y educación para las infancias”, no como una banda musical para infancias. Trabajamos con varias aristas y eso forma parte de nuestra identidad como grupo.
Dijeron algo importante sobre el hecho de no subestimar a las infancias y la necesidad de contenidos que avancen en relación a esto que se dio. Se da con ustedes y con otros proyectos que van de la mano…
Eva: Sí, por supuesto. Como argentinos tenemos a la gran María Elena Walsh que fue una de las primeras en pensar a las infancias con todas las posibilidades que tienen, sin subestimarlas y entenderlas como productoras de conocimiento, como personajes que hacen a la cultura. Y en referencia a nuestra generación, cuando éramos chicos, las propuestas tenían que ver más con el mercado y no con entender lo que significa el territorio de las niñeces, que es la base de todo. Y nosotros entendemos, también por el hecho de ser docentes y trabajar en el territorio, nos damos cuenta que somos una fuente de inspiración, y por eso trabajamos con una responsabilidad muy grande a la hora de poner en juego material para ellas y ellos.
Trabajando en el territorio, ¿qué los ha movilizado e interpelado en el ida y vuelta con las infancias?
Cássio: Te diría que este proyecto nace de ese ida y vuelta, de ese encuentro. Esto nace para y con las infancias, y en ese sentido podemos asegurar que la batalla nunca está ganada. Es una militancia la idea de no subestimar a lxs niñxs, porque de hecho no podemos asegurar que hoy no los subestimamos, porque en realidad se subestima también. Es un aprendizaje diario. El mercado plantea una batalla sistemática de cómo se ven los seres humanos y eso se concentra aún más poderoso cuando se trata de niñeces. Entonces lo que podemos hacer es indagar, ver qué hacer, cómo dar una batalla contra este sistema de contenido, sin caer en la trampa de replicar la mercantilización.
Y es una batalla desigual, porque del otro lado hay un bombardeo constante de un contenido más básico, que se replica, incluso hablando de la ESI, muchos contenidos están por fuera de ella, e imagino que cuesta contrarrestar eso.
Lucho: Dentro de nuestras vivencias operan las estructuras de poder, y es imprescindible la implementación de la ESI porque además tiene una mirada muy importante sobre los cuerpos. En ese sentido es fundamental reconocer que el primer territorio donde opera el poder es el cuerpo. Entonces sostenemos, como decía Cássio, que es una militancia. Es una batalla propia primero, hacia uno para poder reconocerse, reconocer dónde estamos replicando esas estructuras, de qué manera elegimos el contenido, por qué el mercado le da ese lugar a las infancias y el lugar que le da a las personas adultas, que claramente es funcional a un sistema. Y es muy complejo todo, pero podemos dar batalla.
Qué importante también que dentro del contenido en relación a la música, la propuesta de ustedes tenga que ver con los distintos géneros de la música latinoamericana, algo que cuando nosotros éramos criaturas no existía, o no se replicaba mejor dicho. Lo que nos llegaba y se consumía era todo lo contrario.
Lucho: Es algo que pensamos y compartimos mucho, incluso cuando nos toca viajar a otros países. Hace poquito estuvimos en Chile, en Cuba, en Uruguay, y en ese intercambio está militar la idea de una cultura latinoamericana con toda su diversidad, y por otro lado que la música no pierda la porción lúdica, que esté el movimiento, para que una canción esté propuesta como bloques para poder armarla y desarmarla. En esa búsqueda hay mucho de percusión, del cuerpo, y la relación, el cuerpo percutiendo, el cuerpo bailando, como una expresión más de la música.
Cássio: Esto de la música y poner el cuerpo, es un concepto “eje” en nuestro proyecto, porque además de lo que decía Lucho, es un diálogo que se puede dar con la tecnología, cuando invitamos a ir con el cuerpo es porque en el aula vamos por esa búsqueda. El cuerpo lo sentimos como ese lugar donde se generan todos los lenguajes, todo nace ahí. No nace de la guitarra, nace del cuerpo. La música no está ajena a mi voz, a mis movimientos, y es por eso que vamos en ese camino, quizás invitados por la cultura popular brasileña que es muy despojada de estructuras. La canción brasileña se permite ser atravesada por el rock, por el vals, por el reggae, y no deja de ser música brasileña por eso. Tiene como tradición la “no estructura”.
Eva: Y también rompe con los géneros, porque es difícil determinar a qué responde tal ritmo. Hay un secretismo ahí que nos identifica como grupo para poder romper con la estructura del género, poder jugar con los sonidos, obviamente con nuestras identidades, pero con eso que nos envuelve a los tres.
Cássio: Somos ese trío creativo porque invitamos a que en las casas suceda lo mismo, otras amalgamas familiares que se generan. Y por eso cuando elegimos, por ejemplo, una canción de María Elena Walsh, la llevamos al cuerpo y al movimiento, para que esa historia se pueda bailar, como “Adivinador”. Este ejemplo grafica un poco las intenciones de nuestro trabajo.
En relación a los movimientos del cuerpo, hay una edad, o al menos cuando éramos niños, en la que se generaba un corte con la expresión corporal. De niñxs bailábamos y en un momento cambiaba, por las estructuras, la mirada ajena, y costaba soltarse a bailar. También estaba muy ligado a la división de géneros, hombre-mujer, como en una especie de quiebre. Siendo varón me costó soltarme a bailar a una edad donde aparece la vergüenza por esa mirada ajena, y es importante cortar con eso y estimular la liberación.
Eva: Es muy importante rescatar estas cosas, entender que por el cuerpo pasan todos los aprendizajes de la vida. El cuerpo nos acompaña desde que nacemos hasta que nos vamos, y es la herramienta que tenemos para vincularnos, para estar en el mundo, para tomar decisiones, y somos seres que bailamos. Como vos decís, cuando somos chiquitos eso está habilitado y nuestra militancia tiene que ver con que eso siga habilitado, al igual que el juego que no es solamente patrimonio de las infancias. Nos gusta pensar que el juego nos atraviesa durante toda la vida, por eso las expresiones como la música, el canto, el baile, son expresiones humanas, son un lenguaje que nos pertenece.
¿Cómo surge el hecho de realizar talleres de formación docente a personas adultas que trabajan con las infancias?
Lucho: Venimos haciendo estos talleres, que están orientados a personas adultas que están vinculadas con las infancias, tanto de la docencia como de la salud, del arte, es muy diverso. Son encuentros, vivencias y de construcción colectiva. Esos son los talleres y después también brindamos unos congresos, que son para un grupo más masivo de personas. A cada lugar donde viajamos tratamos de hacer algún taller, y eso nos interesa mucho porque porque estamos vinculándonos con las personas que trabajan con las infancias que es algo que nos apasiona. Incluso con la mirada de que no hay una sola infancia, por lo tanto tampoco hay una sola educación.
Eva: Además creemos que la educación es un hecho y un acto colectivo que se construye con el intercambio con lxs otrxs. Trabajar con personas de diferentes territorios es muy enriquecedor.
¿Cómo atraviesan la realidad docente y la resistencia desde distintos sectores con la implementación de la ESI?
Eva: Es una lucha constante la de la comunidad docente y es algo que lo tenemos muy claro. Hay mucha resistencia con respecto a la ESI no solo a nivel comunitario, sino que en muchos lugares directamente no se implementa, cuando en realidad es una ley que se debería cumplir y es transversal a todo el plan de estudio en los diferentes ciclos. Sin embargo, en muchas situaciones eso no sucede, y la comunidad docente siempre está luchando. La situación docente es compleja, pero todavía hay lugares donde poder hacer tierra como laburantes de la educación para seguir luchando por conquistas y derechos. Muchísimas personas laburan incansablemente para salir a flote, para que las condiciones sean cada vez más justas. Nuestro trabajo siempre fue bastante ninguneado, y es un laburo de mucha responsabilidad que requiere de mucho compromiso. En la pandemia se vio reflejado el valor y lo necesario de nuestro trabajo para personas que nos subestimaban. Pero siento que ésta es siempre una batalla a militar para defender estos espacios, a la escuela pública, a los profesorados, a las compañeras y compañeros, y desde nuestro lado siempre estamos apoyando a la lucha por una mejor educación pública y mejores condiciones. La educación es una herramienta de transformación social y el docente es un jugador central en este aspecto.
Lucho: Creo que ahí radica el por qué la educación siempre fue relegada de las prioridades del sistema, justamente porque es tan fundamental y tan poderoso lo que puede suceder en las escuelas con la sociedad. El sistema tiene una búsqueda desde hace mucho tiempo que no es particularmente de un gobierno, pero sí un gobierno puede estar más afín o no, que es el proceso de precarización. Lo que se busca es mercantilizar la educación, direccionar el contenido, el tema del acceso, quién accede y quién no, generando una forma de control. Y en relación a lo que hablábamos de la ESI, la realidad es que siempre hubo resistencia a los avances, a las conquistas de derechos. En ese sentido no debería sorprendernos, porque en la historia de la humanidad está la lucha entre la opresión y la emancipación. Y eso se ve reflejado en todos los aspectos, en el contenido para las infancias, en cómo pensamos a la familia, en cómo se piensa a la sociedad, y la humanidad tiende a quedarse en los lugares cómodos, que son los lugares establecidos y de opresión. El sistema busca a un ciudadano específico y todo aquel que se corra de eso es una amenaza y un enemigo. Por eso, volviendo al principio, ver a la comunidad docente luchando es esperanzador, porque un docente que lucha se está resistiendo a lo injusto. Y esa es una forma también de educar. Y el pueblo entero debería apoyar la lucha docente, pero mucha gente se resiste, y eso tiene que ver con privilegios, con la falta de empatía, y es de siempre. Hay que entender que un docente que lucha, lo hace por la calidad educativa en la escuela y en el aula, entonces todas las familias deberían apoyar la lucha.
Como sucedió y sucede con la lucha de estudiantes, las tomas en los colegios, y el discursos de los medios hegemónicos…
Lucho: Es tremenda la impunidad de los medios hegemónicos, porque siempre es más fácil pelear contra docentes que son personas adultas, pero no tienen problema con ir a fondo contra los pibes, avanzar contra la lucha que es de estudiantes. Y ver a los pibes luchando también da esperanza.
Eva: Cuando los pibes de un centro de estudiantes toman acciones concretas frente a algo, es todo lo que queremos, que se puedan apropiar de su espacio, porque les pertenece, y de esa manera emanciparse y tomar decisiones por un bien común.
Lucho: Por otro lado con la intención de desacreditar repiten el discurso de que esas luchas están politizadas, y claro que lo están, claro que la educación es política, que todo lo que hacemos es político. Trabajamos mucho para traer a la palabra política a todas las discusiones, porque no hay que tenerle ningún tipo de miedo. Y siempre vamos a resaltar la importancia de que en Argentina exista la educación pública, es un privilegio, y hay que defenderlo.
Cássio: Me da mucho orgullo ver que en Argentina haya educación pública, con el cuerpo docente y la impronta para habitar esos espacios. Dentro de esta América capitalista, acá se levantan las banderas de la educación pública, aún resistiendo. Pero en otros países vemos que se precariza mucho más, la explotación es más profunda, y eso desesperanza. Como brasileño observador, digo que acá tenemos un material humano e histórico de lucha, desde las Madres y Abuelas, del pueblo movilizado, y las banderas de lucha se siguen levantando. Y sabemos que ese es el camino.
Estamos disfrutando de esta hermosa charla que además es muy necesaria. ¿Algo que les gustaría agregar?
Cássio: Estamos a una semana de las elecciones en Brasil. La ESI allá está siendo detonada en los medios a través de mentiras de un nivel bajísimo. Con esas armas están dando una batalla al sentido común, por fuera del sentido crítico. Sentido común sin sentido crítico, no tiene sentido (risas). Esa es la intención de los medios hegemónicos, marear, confundir, y operar. Y en muchos aspectos lo logran. En Brasil hay muchas corrientes que sostienen que Paulo Freire no va más con discursos irreproducibles. Por eso la batalla nunca está ganada, la militancia debe estar siempre en el territorio, y estamos a una semana de una elección que ojalá pueda frenar el desguace del Estado.
Imagen de Portada: Celeste Miguens
Imágenes de interior: Gentileza de Pim Pau