Peste blanca: destellos de un país lastimado

La peste blanca es una obra que habla de una misteriosa enfermedad que amenaza a personas mayores de 45 años. Ningún rincón del planeta está a salvo.

Por Zuleika Esnal


Mientras un dictador prepara a su país para la guerra, un médico al que llaman “humilde” y no es otra cosa que un tipo poniendo lo que sabe y sobre todo lo que es, al servicio del pueblo.
Encuentra la cura pero sólo la entregará a cambio de la paz.
Mientras escuchaba a los actores decir las palabras de un texto escrito en 1937, se me caían las lágrimas, hoy, en 2025:
“Yo le dije a mi vecino: Vos también tenés esa mancha. Me contestó que no. Hoy se nos caen pedazos de carne a los dos”.
Y pienso que el mundo sigue estando lleno de personas que creen que no es con ellos la cosa.
La obra sigue pasando frente a mis ojos.
Desfilan los actores y actrices y mientras les miro y les escucho, desfilan también pedazos de este país tan lastimado:
-Una enfermedad así no es porque sí. Dios nos está castigando.
-Un Dios extraño, este. Castiga siempre a los pobres.
Y el pueblo sufre.
Y avanza el hambre, no la libertad.
Y siguen resonando en mi cabeza las palabras escritas en 1937, hablando de este país de ahora mismo:
“Somos demasiados en el mundo, y por eso hay que eliminar a la mitad para dejar sitio al resto. Así es. Eres panadero y harás sitio a otro panadero. Y soy un hombre pobre, y le haré lugar a otro pobre, para que otro pobre ocupe mi lugar y se las arregle para estar tan necesitado y hambriento como yo. Por eso tuvo que venir la peste”.


Sábados 22.30 en @patiodeactoresteatro
@pesteblanca2025