Otra vez el gobierno reprime a los jubilados

Por Editorial Sudestada

Esta es la única respuesta del gobierno nacional frente a cualquier reclamo. No existe otra orden que no sea la de reprimir, la de salir a los palos y gases contra nuestros viejos, por más que el grito sea “tengo hambre”, que el reclamo selle que no alcanza para comer y medicarse, que el ingreso de los jubilados es de 300 lucas cuando la Canasta Básica es de 1 millón de pesos. Que comprar yerba duele, que la carne ni el aroma, que “estamos cenando un té, y al mediodía un pancho”. Y mate. Y angustia. Y dolor. Y abandono. Y represión.

Ayer Patricia Bullrich salió a mostrar -otra vez- la misma réplica del 2001, la de todo el año pasado, la que sucede cada vez que el pueblo sale a manifestarse y los uniformados responden con obediencia criminal, contra viejos, contra niños, contra mujeres, contra quien sea. Porque para ellos la respuesta es esta. Porque sueñan con la sumisión del pueblo, con el silencio cómplice, con el terror en las calles, y con la sangre compañera. Porque este plan solo puede ser posible con las armas en las calles, apuntando y disparando, como hicieron ayer, con balas de goma, con gases, y con todo lo que exponen estas imágenes.

Ahí están los jubilados luchando. Así está la respuesta del gobierno frente al hambre.

Cobertura: Doris Sanabria