Por Editorial Sudestada
Leo Messi recibió el Balón de Oro al mejor futbolista del año, y el Dibu Martínez el de mejor arquero.
El 10, el rosarino con la pelota en los pies y la magia en cualquier cancha, el que en Qatar con un Mundial que lo recibió y terminó como el gran protagonista, regalándonos una de las alegrías más grandes, hoy recibe su 8vo Balón de Oro, justo -por casualidad o no- en el cumpleaños 63 de Maradona.
Messi, supo sobrellevar muchos obstáculos en su vida. Desde niño y el conocimiento de médicos antes que tácticas, un avión para patear a un arco del otro lado del mundo a la par que estudiaba matemáticas, el de la gambeta para que toda España mire las inferiores del Barsa, y el que rompió todos los récords. También el de las finales perdidas y el periodismo operador y exitista que lo defenestró durante años, incluso hasta con el termómetro de cómo cantaba el himno, cuánto corría o qué declaraba. Pero llegó la Copa América y la ecuación del “azar futbolero” cambió, para llegar a un Mundial con otro aire, y consolidando un grupo humano que se mostró como equipo. Y allí volvió a brillar, como siempre que se calzó los botines. Y levantó la Copa, con millones entre lágrimas y abrazos, que todavía y por muchos años más, le vamos a agradecer.
Messi es nuevamente nombrado como el mejor jugador del mundo, con 36 años, y el sueño intacto para que en el futuro lo podamos seguir disfrutando, y él pueda jugar, como más le gusta.
Felicidades campeón. Acá hay un pueblo que te abraza, que festeja con vos, y que sueña verte partido a partido hasta que decidas colgar los botines, y retirarte como el mejor de todos.