Por Editorial Sudestada
Macri de racismo, discriminación, xenofobia, machirulismo, reposeras y privilegios, conoce y mucho. Pero cuando una persona se siente mucho más privilegiada todavía, cuando el ombligo se torna gigante, el desprecio es una manera de vivir. Por eso, con la escupida siempre hacia todos aquellos a quienes considera que están “abajo”, sale abiertamente a decir “las minorías contra todos nosotros”, con el “argumento” de la perversión del INADI y el festejo de un presidente que no solo cierra el organismo sino que lo ataca de manera violenta, algo que Macri -por lo que asume- disfruta.
Cuando el gobierno anunció que iba a cerrar el INADI, Adorni salió a la conferencia de prensa con una sonrisa y dijo estar feliz de dar buenos mensajes. Nos puede doler esta acción, seguiremos luchando en todos los rincones para que no nos arrebaten más derechos, pero este ataque al Instituto Nacional contra la Discriminación, la xenofobia y el racismo, es consecuente con lo que este sector promueve, fomenta, y ejecuta. Como Macri, y sus reiterados discursos de odio, su clasismo berreta, su titubeo cheto, y la mano a un pobre solamente para la foto de campaña, como la niña en el basural allá por el 2014.
Ahora Mauricio Mauri llama -otra vez- perverso al INADI pero con un argumento, aunque demasiado extraño. “Es una minoría que está contra todos nosotros”.
¿De quién habla, del 1% de empresarios multimillonarios del país, con la timba y la fuga en el bolsillo? ¿Habla del patriarcado grasa de Puerto Madero y Countrys de lujo? ¿Habla del palco en la Bombonera sin cruzarse con un hincha de verdad? ¿Habla de gobernar un país desde las redes o frente a un circo comprado y orquestado para los aplausos mafiosos? ¿Habla de los narcos protegidos y blindados? ¿Habla de todos sus laderos que se enriquecen a costa del Estado, como él?
¿Quiénes son “todos nosotros”, Macri?