Las siete derrotas del “mesías”, y una paliza al oficialismo

Por Editorial Sudestada

Se hizo ley el financiamiento universitario, se aprobó la emergencia pediátrica, y se rechazaron cinco decretos del presidente. Esta es una derrota gubernamental enorme del oficialismo que pierde poder en las bancas, que siente el impacto, y que la “excusa” mentirosa del “equilibrio fiscal” se agota y hace aguas por todos lados. Y también es una victoria en los derechos del pueblo, un respiro ante tanto ajuste, y la demostración concreta -una vez más- de lo que significa luchar en las calles y visibilizar realidades e injusticias, más aún cuando ellas vienen con orden de “arriba”.

El grotesco que nos gobierna se cree dictador, para decretos, vetar lo que no le gusta que suceda en el Congreso, y negociar corruptamente para lograr el objetivo de este rejunte, que no es mejorarle la vida a la gente, sino utilizar al Estado para saqueo puertas adentro. Pero la cosa no es tan sencilla, y lo que sucedió ayer fue una paliza con siete derrotas que lastiman en la Rosada y Olivos. No hay dudas que acá ganó la lucha del pueblo en las calles, y a la vez… ¿le van soltando la mano al “mesías”?

El Senado aprobó todos los proyectos a los que se oponía Milei. Se hizo ley el financiamiento universitario -por segundo año consecutivo-, se aprobó la emergencia pediátrica -con el Garrahan en el corazón de la lucha-, y se rechazaron los decretos contra el INTA, INTI, Vialidad, Banco de Datos Genéticos, e institutos culturales.

Y como respuesta ya demasiado conocida del fascismo en puerta, la represión afuera, la saña de uniformados que para ir contra los barras y narcos se esconden, pero contra la movilización popular hacen de la violencia estatal un accionar repetido.

Lo cierto es que el gobierno, a poco de las elecciones legislativas, sufre un golpe durísimo, con un “proyecto de país” ridículo, atado entre alambres, de promesas a 15 años, y con el “déficit” como escudo para empobrecernos a los de abajo y enriquecer a los de arriba, como a los mismos senadores que ahora pasarán a cobrar más de 10 palos por mes, mientras un jubilado sigue cobrando 300 lucas.