La situación en las escuelas y la criminalización de la protesta por parte del Gobierno de la Cidad de Buenos Aires trajo una contundente respuesta de la comunidad educativa. Docentes, familias y estudiantes resisten los ataques de Acuña y Larreta en su intento de culpar a lxs pibxs sobre la realidad educativa en la ciudad de Buenos Aires.
Recuerdo que cuando empecé la facultad lo primero que me llamó la atención fue una frase impresa en los apuntes del centro de estudiantes. Era de Rodolfo Walsh. “Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores. La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así una propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”.
La derecha afirma que los estudiantes atentan contra el orden. Los tilda de vagos y revoltosos; los acusa de “bajar línea” en los colegios. En un reciente comunicado, Horacio Rodríguez Larreta incluso calificó la lucha estudiantil de “autoritaria”. Leyendo ese comunicado, instantáneamente recordé a Walsh. ¿Será que el gobierno porteño intenta borrar nuestra memoria y hacernos creer que los alumnos de la escuela media deben ser dóciles, obedientes y (sobre todo) funcionales? El poder siempre procura anular nuestras experiencias colectivas. Va a ser difícil, claro, en un país como la Argentina, donde los estudiantes encabezaron luchas históricas.
El jefe de gobierno ubica los reclamos de los secundarios en la misma línea de “ataques de grupos pseudo mapuches, extorsión de sindicatos y el kirchnerismo”. De esta manera, Larreta demoniza las manifestaciones populares y las homologa, en un intento de criminalizar la protesta. Sin embargo, durante la última semana el GCBA fue un poco más lejos. No solo amedrentó a los chicos y chicas de los centros de estudiantes a través de diatribas en los medios hegemónicos. También demandó a las familias de aquellos alumnos que tomaron las escuelas y las conminó a pagar multas millonarias.
La comunidad educativa, movilizada y en alerta
A lo largo del último mes toda la comunidad educativa se ha manifestado en contra de las nefastas políticas del gobierno de Larreta. El 22 de septiembre los docentes de la ciudad hicieron paro y se expresaron a través de charlas y semaforazos. Ahora son los estudiantes quienes tomaron la posta, hartos de un servicio de viandas insuficiente y alertas por un régimen de pasantías que no implica una mejora en la calidad educativa sino la implementación de trabajo semi esclavo.
“Educar es enseñar a vivir en democracia”, afirma Larreta. Mientras tanto, envía policías a las casas de los estudiantes, denuncia penalmente a las familias cuyos hijos participan de las tomas y tiene patrulleros apostados cerca de las escuelas. Pero los chicos y chicas no son ingenuos. Y dan pelea. Tuvimos la oportunidad de charlar con algunos representantes del Centro de Estudiantes de la Escuela de Cerámica Fernando Arranz: “Nosotros lo vemos como la represión a la libertad de expresión y a la posibilidad de luchar por lo que creemos” afirmó y agregó: “Estamos haciendo asamblea permanente y evaluando la posibilidad de pernoctar alguno de estos días. Esta es nuestra medida de fuerza, que probablemente se verá acompañada de un corte de calles en unos días”.
Esteban Sotile, profesor de Filosofía, acompaña y apoya las medidas de los secundarios. Explicó que el conflicto educativo engloba a toda la comunidad y afirma que el gobierno mezcla la formación para el empleo con la formación para el trabajo. Argentina (a través de las escuelas técnicas por ejemplo) ha sido un baluarte histórico de la formación para el trabajo. Estas mal llamadas “prácticas profesionalizantes” no implican un avance en ese sentido. Precarizan a los chicos y los obligan a realizar labores que no se relacionan con sus planes de estudio. “El punto más conflictivo es la campaña de hostigamiento que hace el gobierno de la ciudad contra todo tipo de manifestación. En lugar de crear las condiciones para el consenso y el diálogo, la salida del gobierno es pasar al ámbito judicial” sostuvo Sotile.
Alumnos, docentes y familiares unidos
Los estudiantes del Arranz ilustran su postura con total claridad. “Estamos protestando contra la destrucción de la educación pública” explicaron. También enumeraron varios hechos de extrema gravedad ocurridos durante este año: la prohibición del lenguaje inclusivo, el recorte del presupuesto y una mayor presencia policial cerca de las escuelas en lucha. No se trata de un episodio aislado, sino de una sumatoria de derechos vulnerados. Convocan a un corte de calles el próximo lunes 3 de octubre a las 14. “No protestamos porque queremos perder días de clase. Todo lo contrario: lo hacemos porque queremos estudiar y educarnos de la mejor manera posible”.
Muchos familiares opinan que el GCBA implementa métodos similares a los de la dictadura. “Para mí es el túnel del tiempo. Cambian las caretas, los métodos son los mismos. Lo terrible de esto es que se empezó a perder el miedo a lo que nos ocurrió en 1976” sostuvo una madre del colegio Mariano Acosta. Las familias apoyan la lucha estudiantil porque entienden que los ACAP tienen como objetivo enseñarles la precarización laboral a los chicos y chicas. “La comunidad del Acosta es de una gran cohesión. 366 pibes y pibas votaron en consonancia”, contaron.
La situación del Acosta es particularmente grave debido al nivel de hostigamiento frente a la toma. “Llegamos al colegio. La supervisión del Ministerio de Educación levantó un acta y exigió los nombres de los padres” dijo esta misma mamá. Explicó que, ante este amedrentamiento, los familiares se negaron. Para empeorar la situación, una persona no identificada ingresó al establecimiento. Preocupadas, las familias les pidieron a los chicos que se cuidaran y movieran siempre en grupo. Un rato después algunos estudiantes les avisaron a sus padres que les habían cortado la luz. Esto implicó que pibes y pibas quedaran también sin agua. Fue el Defensor Público quien repuso el servicio.
“Los docentes estamos también en lucha. Los reclamos de nuestros estudiantes son genuinos y los compartimos porque vivimos la realidad en las escuelas todos los días. De hecho vamos a un paro con movilización a la jefatura de gobierno la semana que viene”, concluyó Marcela Marasco, delegada del Colegio Nacional Mariano Moreno. Por otro lado, agregó que se encuentran sobrepasados de trabajo, que la mayoría no es titular, y que si están ahí es por los pibes y pibas.
La unidad de familias, docentes y estudiantes es fundamental. Que esta lucha no sea separada de las anteriores, Que no nos borren la memoria. Que nuestra experiencia colectiva nos ayude a fortalecernos y apoyar la lucha por la educación.