¿Tenés alguna idea de lo que significa quedarte sin laburo estos días, en plena cuarentena? ¿Sabés lo que siente un laburante cuando el patrón lo echa, no le paga los sueldos atrasados y lo deja en la calle? ¿Te imaginás cómo vuelve a su casa el trabajador del Frigorífico Penta, en Quilmes, en pleno corazón del conurbano bonaerense, con el telegrama de despido en la mano? ¿Te imaginás la conversación con su compañera en la cocina, la cara de los pibes escuchando en voz baja la noticia, el gesto de todos en casa comprendiendo que vienen tiempos difíciles, disponerse a salir al almacén a comprar algo para comer, mirar las facturas de la luz y el gas amontonadas en un costado de la mesa, pensar cómo salir a buscar laburo en plena pandemia? ¿Sabés lo que es irte pateando bronca y amargura hasta la puerta de la fábrica para hablar con los compañeros despedidos, que están como vos, y que la policía te faje a palazos y balas de goma por reclamar lo que te pertenece, un laburo, un sueldo? ¿Te imaginaste alguna vez en el lugar de ese trabajador, basureado por el patrón, reprimido por la policía, ninguneado por los funcionarios de turno? ¿Te preguntaste alguna vez por qué la policía siempre le pega al laburante y nunca al patrón que despide y no paga lo que debe? ¿Estás ahí? ¿Qué harías vos si nadie te da una respuesta, si te dejan sin laburo, si los medios no te dan espacio para el reclamo, si la gente te critica porque salí a la calle en plena pandemia, si hay un virus dando vueltas por ahí y te exponés al contagio, si no tenés nada para comer a la noche, si los pibes te miran preguntando qué pasó con tu trabajo, si la policía te prepotea y te insulta en la puerta de tu lugar de trabajo, si encima te pegan un palazo por la cabeza y te tiran balas de goma, si ves a uno de tus compañeros tirado en el piso herido, si los funcionarios de turno se lavan las manos y nadie hace nada? ¿Cómo sería volver a casa? ¿Lo pensaste alguna vez? ¿Qué harías vos?