Por Editorial Sudestada

“Seguimos buscando a Loan como a Nisman”, dijo Valdés, reelegido ayer con amplio margen como gobernador en las elecciones de Corrientes, para exponer la miseria de la impunidad política, de las basuras que nos gobiernan, y la comparación miserable entre un niño desaparecido y un fiscal suicidado. ¿Qué significa buscar a Nisman, gobernador? ¿Y a dónde buscan a Loan, en qué está la investigación, cuánto taparon, cuánto escondieron, qué están haciendo a más de un año de la desaparición?

Loan desapareció en junio del año pasado, de la casa de su abuela, en el Paraje Los Algarrobos, en la provincia de Corrientes. La intervención del gobierno sobre el caso demoró lo necesario para que “se pierdan” las pistas, para que la investigación bucee en medio del océano, y para que nada sepamos de este niño, más que algunos absurdos del gobernador Valdés -este que habla ahora- que a las semanas posteriores a la desaparición dijo: “tenemos la resolución del caso”, y nada. Y luego los escraches, con Patricia Bullrich y la pose para la foto, y el rastrillaje de circo, y la “hipótesis” de que estaba “en la panza de los yacarés”.

Se habló de trata de personas, de Laudelina, de un ex militar con causas de abuso, del “niño atropellado”, de rapto, de Paraguay, y las “pistas” se fueron evaporando con los medios funcionales a un “show” sobre un pibe desaparecido, y con un entramado mucho más siniestro de lo que ya se sospecha.
En Corrientes en aquel momento reprimieron con balas de goma, bases, y el escudo de las fuerzas represivas para que nada se sepa, y la búsqueda hiciera agua.

Pasó más de un año, Valdés ganó las elecciones, y cuando le preguntaron por Loan respondió esto.

¿Dónde está Loan? Es la pregunta que suena en las “elecciones de la impunidad”, con Valdés que festeja, se caga de risa, y LLA cuarta con apenas unos votos.