La huella de María Cash, a 13 años de su desaparición y silencio cómplice

Por Editorial Sudestada

Pasaron 13 años de silencio. Nada, ni un rastro. María Cash parece haberse desvanecido en algún rincón de esta tierra. En la patria de las wiskerías y las redes de trata, en la tierra de los secuestros de pibas en la calle y la policía recaudando en los garitos de provincia, en el país del Estado cómplice de muertes y desaparecidos, no hay ni un rastro de María Cash. Como en tantos otros casos, el Estado es incapaz de encontrarla.

María tenía 29 años cuando viajó a Jujuy para vender ropa que ella misma había diseñado. El viaje fue el 4 de julio de 2011. Si bien había planeado llegar a San Salvador, se bajó unos 200 km antes, en Rosario de la Frontera. Allí llamó a su amigo Juan Pablo Dumon, quien le daría alojamiento en la capital jujeña, para explicarle que se había bajado del colectivo porque no se había sentido cómoda.

Poco después, se la vio en la entrada de Pampa Blanca haciendo dedo. Desde allí, llamó a su familia y les dijo que no estaba bien, que se había quedado sin plata. Las cámaras de un peaje de Aunor, a 6 km de Salta, captaron algunos de los movimientos de la joven. Ya no acarreaba la valija con la que había viajado desde Buenos Aires, sólo llevaba su mochila.

Según lo que se pudo reconstruir, se supo que la joven se presentó en un hospital y pidió que la atendieran, pero se fue antes de que el médico de turno la hiciera pasar. Se comprobó que se trataba de ella porque tuvo que dar su número de DNI en la recepción.

El viernes 8 se comunicó por última vez con su familia, a través de un email. Lo último que se sabe es que la levantó un transportista.

Ella le pidió que la dejara frente al monumento de la Difunta Correa, sobre la ruta 34.
A partir de ese momento, se perdió el rastro de María Cash.

Su papá, Federico, murió en un accidente rutero, buscándola. Trece años de silencio. Hoy María ya no es noticia. Ni un rastro. Nada. Apenas algunas certezas en un país en el que una mujer desaparece y jamás es encontrada.