Por Editorial Sudestada
Luego del brazo “nazi” de Musk, del fascismo impregnado en el presidente argentino, y su afán de remover las persecuciones y la violencia política, Francos -Jefe de Gabinete actual, y uno de los gestores y responsables del estallido del 2001- salió a intentar calmar las aguas. Porque Milei para decir que Elon Musk no es fascista, largó uno de los peores mensajes, uno de las entrañas de ese fascismo del que intentan desligarse. Porque ya no es un panelista grotesco, ni un economista del plagio, la “peluca”, “los bailes de disfraces” y la rosca con lo que todavía nadie se anima a nombrar. Ahora es presidente de La Nación Argentina, y dice todo lo que dice. Y muchos se ríen, y otros creen que es solo un delirante que no controla sus emociones, y la realidad es que este hombre, que expulsa la peor violencia política, es capaz de mucho más. Porque el partido militar aguarda atrás, porque el nacismo argentino se unificó con lo más miserable de la conciencia humana. Porque los grandes empresarios se escudan con el fascismo, y porque la milicada sabe -y espera- que el ejército vuelva a las calles. Y ellos preparan el terreno. Y los “zurdos” pasamos a ser enemigos. Y el “enemigo”… Y la violencia es violencia, y el peligro enorme.
Francos ante todo esto, se nos ríe en la cara, y afirma que Milei “los va a ir buscar para debatir”. Por eso el insulto. Por eso el desprecio. Por eso las persecuciones. Quizás lo que Francos no aclara, es si “debatir” para Milei es lo mismo que decían los servicios de tareas cuando subían a compañeros a un auto para torturarlo hasta la muerte. O lo que le prometían en una mesa de tortura, y “que hablen”. O lo que el Tigre Acosta -ladero del gobierno nacional, y preso por delitos de lesa humanidad- gritaba por los pasillos de la ESMA.
Quizás lo que Francos intenta es que lo que dice quien admira abiertamente a Margaret Thatcher, y se alimenta del “brazo armado” a lo Mussolini, no se “malinterprete”. Porque Milei quiere debatir, y así te invita…