Este martes 28 de junio se cumplen 16 años de la declaración de Jorge Julio López que fue clave para poder identificar a hombres y mujeres que estuvieron detenidos y desaparecidos en los mismos lugares que él, identificar a los represores que torturaban y describir los centros clandestinos en los que estuvo detenido, permitiendo la reconstrucción del circuito represivo de la Ciudad de La Plata. En los Hornos a las 14 hs. se llevará a cabo una jornada en la que se inaugurará un busto en homenaje a él entre otras actividades. En medio de la lucha de todos los organismos de derechos humanos y del pueblo, para que los genocidas no gocen de ningún privilegio, como condicionales y domiciliarias, desde Sudestada conversamos con Rúben, el hijo de Julio, que nos cuenta sobre su padre, la investigación de la causa, la situación de las domiciliarias y el homenaje previsto para mañana a este hombre sencillo como Rubén describe, albañil, militante, compañero, que los genocidas hicieron desaparecer dos veces.
Por Jorge Rodríguez
¿Qué nos podés contar de tu viejo?
Un tipo laburador, sencillo, sin mucha vuelta, albañil de toda la vida. Mi viejo nos enseñaba con las acciones, con los gestos, más que con las palabras, es decir que nosotros aprendíamos de lo que nos mostraba y de ver cómo hacía las cosas.
En relación a los juicios, ya había declarado en los juicios por la verdad, estos juicios simbólicos que se hicieron en La Plata en el año 98. Digo simbólicos porque los genocidas fueron condenados pero por las leyes de impunidad no cumplieron condena. Mi viejo siguió insistiendo durante muchos años, y cuando nosotros con mi hermano éramos muchos más chicos, teníamos 14/15 años, íbamos en bicicleta a cazar pajaritos, o a un arroyo a pescar, y siempre nos llevaba a dar vueltas por la zona de Arana. Cuando mi viejo desaparece en el 2006, empezamos a hablar con los investigadores y nos dimos cuenta que en esos paseos mi viejo estaba recorriendo los alrededores de donde había estado detenido desaparecido, en el Pozo de Arana y Cuatrerismo. Mientras nosotros jugábamos él estaba investigando el lugar y ubicando los espacios. Todo eso fue fundamental para la causa en la declaración del 28 de junio de 2006, porque pudo marcar con precisión casi exacta los lugares donde él estuvo. Ubicó el espacio por ciertas características, como por ejemplo, enfrente de la comisaría de Arana estaba la torre que era de una aceitera y que por haberla visto o por haber sentido el olor reconoció el lugar. En Comisaría 5ta que está en el centro de La Plata, en una de las habitaciones en planta alta, donde se torturaba, desde la ventana que daba hacia atrás de la comisaría se veía el frente de un corralón de materiales que es muy conocido en la ciudad de La Plata, y ahí reconoció dónde estaba. A mi viejo esta declaración lo ayudó muchísimo, no sólo porque era algo por lo que venía luchando, sino para que se supiera lo que hicieron con sus compañeros.
¿Qué recordás de aquel 28 de junio?
En la declaración lo fuimos a acompañar, estábamos atrás, así que le veíamos la espalda. Y fue muy emocionante porque nunca habíamos escuchado todo lo que contó. Mi viejo nos había contado lo que consideró necesario, que era muy poquito. Siempre conservó eso para no generar un sufrimiento en la familia, y como en una especie de acuerdo sin pedirlo, nosotros tampoco le preguntábamos. Es decir que para nosotros escucharlo declarar fue muy fuerte, pero después de ese día sí nos siguió contando, creo ya estaba liberado de ese compromiso que tenía con los chicos que él había visto cómo los mataban.
¿Cómo viviste el 18 de septiembre de 2006?
Ese día era el día de los alegatos y no podía acompañarlo porque tenía que viajar por laburo. Así que hablamos con mi primo Hugo para que lo acompañara a escuchar los alegatos, que tenía que estar presente como testigo sí o sí para que los abogados pudieran hacerlo porque no tenían permiso. Yo me había ido temprano para Capital, y lo que mi hermano cuenta es que él aproximadamente a las 23 hs. se fue a acostar, y mi viejo estaba en la cocina mirando televisión. Mi hermano y mi vieja se van a dormir, y él se quedó mirando un partido, si no me equivoco jugaba Gimnasia – Banfield. Al otro día a las 7 de la mañana cuando mi hermano se levanta va al baño que estaba dentro de la habitación de mi viejo, la puerta estaba cerrada, y le preguntó a mi mamá si mi viejo estaba en el baño, supusieron que sí porque no lo vieron en otra parte de la casa. Como a la media hora al ver que no salía mi hermano vuelve, abre la puerta, y no estaba. Ahí empieza toda la búsqueda, y esta cuestión que no terminamos de entender. Entre las 11 de la noche y las 7 de la mañana, en algún momento mi viejo salió, cerró la puerta, se llevó la llave, y no entendemos qué pasó. A esas llaves las encontramos como a los veinte días en el jardín debajo de una rosa, de casualidad porque estábamos cortando el pasto. Y ahí comenzó toda esta historia.
¿Qué respuesta tuvieron por parte del gobierno de aquel momento?
Nos recibieron siempre, se pusieron a disposición, y durante todos esos años tuvimos una buena comunicación, incluso con ministros provinciales y nacionales, y nos recibió a penas lo solicitamos quien era el presidente de ese momento, Néstor Kirchner. En ese sentido nos sentimos acompañados. De hecho cuando se llevaron adelante algunas investigaciones, como el caso del testigo que dijo haber visto o escuchado algo en Parque Pereyra, cerca de la Ciudad de La Plata, me comuniqué con el entonces Ministro de Justicia, que llamó a la Ministra de Defensa, y en menos de 20 minutos conseguimos el fino radar, y estuvieron casi una semana investigando todo el lugar. Esta es una de las tantas respuestas que tuvimos, y que te puedo contar de la buena disposición del gobierno hasta el 2015.
¿Recibieron algún tipo de amenazas después de la desaparición?
Amenazas directas no. Tuvimos algunos hechos extraños como sentir que alguien te está siguiendo en la calle, o cuando vivíamos en el centro de Berisso una noche vino un repartidor de pizza con un pedido para los custodios, y nadie había pedido nada. O también una vez vino un supuesto técnico a arreglar el cable de teléfono sin que llamáramos. Sin embargo algunas de esas cosas pudieron ser casualidades, o venir por otro lado, de todas maneras no descartamos nada.
En cuanto a las domiciliarias, sabiendo que le dieron la condicional a Riveros, condenado entre otros crímenes por el del “negrito Avellaneda”, ¿cómo es la lucha de ustedes en relación a estos posibles privilegios a genocidas?
Nosotros legalmente no podemos hacer nada porque no somos querellantes de la causa, como familia no podemos, entonces lo hacemos desde lo mediático. En el 2015 empezaron las primeras domiciliarias. En ese momento dijimos “tranquilos, no pasa nada”, porque Etchecolatz tenía muchas condenas más, pero cuando nos quisimos acordar, en la última semana del año le dan la domiciliaria y estuvo de vacaciones dos meses en Mar del Plata. El problema ahora es que como efecto dominó una tras otra le siguen dando domiciliarias, y lo que tenemos que entender es que Etchecolatz es el genocida más grande de la provincia de Buenos Aires. Tiene 9 condenas, imaginate que el genocida que tiene 1 le dice al jefe del penal “abrime la puerta que me voy”. Esto es, como se dijo en Página/12, un 2 x 1 por goteo. El Tigre Acosta o Riveros pueden estar caminando por la calle y cruzarlos en cualquier esquina, es una locura. Esta cuestión yo la relaciono con un mensaje de la justicia al gobierno, es una interpretación mía, estoy seguro que algo de eso hay.
Además donde cumplen condena, por ejemplo Campo de Mayo como Ezeiza son lugares de privilegio
Por supuesto. Y a eso sumale que Etchecolatz ni siquiera está ahí, está en una clínica privada con todos los privilegios y cuidados que no tiene ningún preso. Es similar a lo que sucedió con Blaquier en la que la Corte Suprema dictaminó que no se lo puede juzgar por tener más de 90 años, cuando la Corte Suprema hace más de ocho años que no saca el expediente del cajón.
¿En qué instancia está la investigación sobre la desaparición de tu viejo?
La carátula de la causa sigue siendo “presunta desaparición forzada”, y eso no puede cambiar hasta que en algún momento se encuentre algo que pueda determinar la desaparición forzada. Y la investigación no te digo que está parada porque se hicieron muchas pero sin resultados, y ahora hace ocho, nueve meses que estamos a la espera de una investigación que se está llevando a cabo en todos los cementerios de la provincia de Buenos Aires con los NN enterrados a partir del 1 de enero de 2006 para descartar cualquier tipo de cuestión. Esta tarea la está realizando el EEAF y el problema es que lleva mucho tiempo, es una investigación larguísima. Pero sigue, que es lo importante.
De este martes que nos podés contar
El año pasado me llaman diciéndome que un chico llamado Julio César había hecho un busto de mi viejo, y que lo ofrecía a la familia para que hagamos lo que queramos. En aquel momento pensé en ponerlo en el Pozo de Arana, también en Comisaría 5ta, pero como ya hay cosas de mi viejo, se me ocurrió hacerlo en Los Hornos, en donde querían hacer un “Jardín de la Memoria”, y así que lo íbamos a hacer esto para el 24 de marzo, pero por problemas que surgieron lo pasamos para este martes, que se cumplen 16 años de aquella declaración de mi viejo. Organizamos esta actividad en la que convocamos a las 14hs. para hacer la inauguración, señalizar, y también para protestar por las domiciliarias. Les pido que nos acompañen, que acompañen la lucha.