Por Editorial Sudestada
El sionismo sentencia la “limpieza étnica de Gaza”, prepara más de 60 mil soldados de reserva, con armamento que llega desde el imperio, con el aval del parlamento israelí, con el genocida Netanyahu, y la orden para “ponerle fin a la conquista israelí”. No les importan las denuncias mundiales, el grito de los organismos de derechos humanos, de la ONU, ni de nadie, porque el sionismo sigue con blindaje mediático, con el apoyo del Poder verdugo de la humanidad, y porque desde el 7 de octubre de 2023 no frena el plan de exterminio. En un año y medio -de un genocidio que lleva décadas- le arrebató la vida a más de 62 mil palestinos, de los que se pudieron contabilizar.
La “mayor ofensiva” tiene como propósito borrar cualquier rastro de presencia palestina en Gaza, y eso mismo vienen haciendo sin freno día tras día, con bombardeos permanentes, con fusilamientos, con el ejército y todos los abusos encima, con los derechos humanos vulnerados, con fronteras selladas, con humanidades a las que si no las matan las balas lo hace la hambruna, y ahora con otro botón rojo que se aprieta para exterminar por completo al pueblo palestino, o como les “avisó” el genocida Primer Ministro sionita: “se pueden ir ya”.
Los números estremecen, como un niño asesinado cada 10 minutos, o más de 350 mil menores de edad con riesgo de vida, más los 62 mil ya ejecutados o las miles de personas desaparecidas, o los millones que “sobreviven” en las calles; pero más estremece el silencio, esta noticia que no forma parte de la agenda, la complicidad miserable frente a un plan de exterminio que sangra ahora mismo, y que si alguien se atreve a levantar la vos es censurado o denunciado por “apología al terrorismo”, cuando está más que claro de dónde viene el terror, quién lo propaga, lo provoca y lo ejecuta.
Estamos en presencia de un genocidio que no frena y que ahora “avanza” con un ejército de elite frente a civiles, con un imperio que esconde la cola pero ordena la desaparición del pueblo palestino, y con la “conquista” del sionismo, el verdadero verdugo de la humanidad.
