Dos argentinas se convirtieron en las primeras mujeres en arbitrar partidos de varones de la copa más importante de fútbol de Sudamérica.
Mariana De Almeida y Daiana Milone quedarán en la historia del fútbol sudamericano: ayer, se convirtieron en las primeras juezas de línea en la Copa Libertadores, la competencia más importante del fútbol regional. Primero fue el turno de De Almeida, ya que su partido comenzó a las 17 horas. Allí se enfrentaron Racing y Nacional en el estadio Presidente Perón de Avellaneda. Dos horas más tarde, Milone arbitró el encuentro entre Defensa y Justicia y Delfín de Ecuador, en Florencio Varela.
Si bien ambas tienen experiencia y ya formaron parte de partidos de la Superliga y de seleccionados nacionales, la posibilidad de que ingresaran al campo de juego se generó a partir de que el árbitro principal, Anderson Daronco, sus dos asistentes Fabricio Vilarinho y Rafael Alves, y el cuarto árbitro, Bruno Arleu, dieron positivo de COVID-19. Esto hizo que el organismo que regula el fútbol sudamericano asignara a De Almeida y Milone como reemplazos. Ahora, nos preguntamos: ¿es necesario que cuatro varones se enfermen para que las mujeres empecemos a ocupar estos espacios?
Más allá de los motivos, su participación sentó un precedente para que más árbitras sean convocadas como asistentes en las canchas.