Se nos fue la Ceci y no hay palabras. El día se puso triste con su ausencia, su brillo y su valentía. Falleció Cecilia Solá, la rebelde, la luchadora, la justiciera, la amiga, la hermana de todes y en esta familia, de la que formamos parte, se paralizó el mundo.
Siempre con la palabra justa, con la frase correcta, con su voz inconfundible fue capaz de sostenernos a cada une. Una militante transfeminista empedernida que dormía en alerta para socorrer a las compañeras que sufrían violencia de género y machista. !Ey, Manada!!, gritaba ella en sus redes y en cada rincón se despertaba un corazón solidario para salvar a la compañera, para abrazarla en la situación que sea.
Se nos fue la Ceci Solá y queda el hueco. Nada será igual sin sus cuentos para las niñeces, sin sus relatos para adolescencias, sin su tono único en cada lectura en ronda donde nos juntaba a escucharla, pero también a escucharnos.
Se nos fue la Ceci: madre de tres hijes maravillosos, amiga de la Magda (su fiel cómplice), la profe de Resistencia, la escritora, la poeta, docente comprometida, la que por sus estudiantes ponía el cuerpo y el alma.

Nunca nos van a alcanzar las palabras para agradecerte todo lo que nos enseñaste. Serás eterna, compa. Acá la manada seguirá ese camino que marcaste y que nunca más se va a borrar. Abrazos enormes a Chicho, a Vir y Juan Solá. Gracias amora, como nos decías a todes, por ser parte de la familia Sudestada.
