Por Editorial Sudestada
Este sábado fue asesinada la periodista Griselda Blanco, oriunda de Curuzú Cuatiá, Corrientes. La estrangularon y al principio dijeron que se trataba de un suicidio. La mujer presentaba golpes, pelos en sus manos que indicaron posibles signos de defensa y también se encontró sangre en el lugar del crimen.
Griselda había investigado un caso de mala praxis en el hospital de la localidad y la noche anterior a su muerte denunció el abuso a un joven con discapacidad. Además, en un vivo que realizó en sus redes, sostuvo que sabía que la querían muerta. Cabe destacar que Silvia Casarrubia, la mujer que era abogada y asesora de Blanco, contó recientemente que no encuentran su teléfono de trabajo.
Actualmente está detenida su ex pareja, pero la familia sostiene que no se trató de un femicidio. “Ella decía verdades que nadie se animaba a decir. La querían ver callada y no pudieron… Hoy fue nuestra madre y mañana puede ser cualquier persona de esta ciudad. Todo va a salir a la luz. Pedimos justicia por qué es lo que ella hubiese querido y lo que se merece”, escribió su hijo Lautaro Cesani.
Otra mujer anticipa que la quieren matar, lo advierte. Nadie la protegió. Eligieron no escucharla. Ahora, lo urgente es que esclarezcan los hechos, que investiguen de una vez y que este asesinato no quede impune. Justicia por Griselda Blanco.