Entre filtros y prejuicios, el mandato de belleza en la actualidad

La violencia estética como la he definido en el libro Bellas para morir. Estereotipos de género y violencia estética contra la mujer (2020), es el conjunto de narrativas, representaciones, prácticas e instituciones que ejercen presión y formas de discriminación sobre las mujeres para obligarlas a responder al canon de belleza, presión social que tiene consecuencias físicas y psicológicas en las mujeres y que se fundamenta sobre la base de 4 premisas: el sexismo, la gerontofobia, el racismo y la gordofobia.

Por Esther Pineda G

Si bien es cierto que se nos hace creer que el canon de belleza es diverso y que tenemos opciones para elegir, la realidad es que es bastante limitado, y desde la década de los 60 coexisten dos cánones de belleza, el de la pin-up voluptuosa, sensual, mujer fatal y erotizada, y el de la modelo/miss de apariencia púber pero anoréxica. Estos cánones de belleza son difundidos y repetidos por el cine, la televisión, las revistas, la publicidad, la pornografía, la industria discográfica, la literatura, los videojuegos, los dibujos animados y cada vez más por las redes sociales. En estos discursos con frecuencia se descalifica a las mujeres por su físico, y se enfatiza de forma reiterada y recurrente en su supuesta fealdad, su gordura, su negritud y su vejez.

La era de las redes sociales y los cambios en el canon de belleza
Hay quienes consideran que las redes sociales han contribuido a la diversidad y la inclusión, y que estas favorecen la diversificación y democratización de las representaciones de las mujeres, sus particularidades identitarias y sus diversas corporalidades. Sin embargo, yo no soy tan optimista. Desde mi perspectiva en las redes sociales se reproducen los mismos estereotipos de belleza que se han difundido durante décadas en los medios de comunicación tradicionales, aunado a que han contribuido de forma determinante al surgimiento de los estereotipos y cánones de belleza de la década del nuevo milenio. 
En la actualidad persiste la convivencia de los dos cánones de belleza, el de una figura esbelta y de extrema delgadez que se mantiene como ideal y exigencia en concursos de belleza y la industria de la moda; con el canon de la pin up que se caracteriza por ser cuerpos hipersexualizados con curvas pronunciadas, grandes senos y glúteos. Pero una de las novedades de la década de los 2020 es que en ambos casos estos cuerpos deben tener un aspecto “fitness” en el que, además de estas proporciones corporales exigidas, se evidencien brazos y piernas tonificadas, y un abdomen muy plano pero sobre todo marcado pues, la cirugía de marcación de abdomen se ha popularizado como una de las principales novedades de este periodo, junto al brazilian butt lift (BBL) también conocido como lifting brasileño, cirugía que consiste en la realización de una liposucción con la que se retira la grasa de diversas partes del cuerpo como el abdomen, la cadera o los muslos, y la grasa es purificada y reinyectada en los glúteos. No obstante, esta cirugía estética es una de las que cuenta con las tasas más altas de mortalidad de todas las intervenciones estéticas conocidas.

Paciente en recuperación de lifting brasileño, foto de The New York Times.

Ubicación geográfica y clase social, los otros condicionantes del canon de belleza 
Otro factor de importancia a tener en cuenta, en lo que refiere a la predominancia de un canon de belleza u otro, es que estos se encuentran estrechamente relacionados con la ubicación geográfica y la cultura. En los países europeos, anglosajones e incluso en los países del sur de América Latina como Argentina, Chile y Uruguay existe una preferencia hacia el canon de belleza de la extrema delgadez, mientras que en países como Brasil, Colombia, Venezuela y en algunas regiones de México como es el caso de Guadalajara y Sinaloa, existe una tendencia a orientarse hacia el canon de la pin up hipersexualizada de grandes proporciones, producto también de la influencia recibida en las últimas décadas de la “cultura narco”. 

Maniquíes en New York
Maniquíes en Colombia
Maniquí en Venezuela con implantes de senos y marcación abdominal

Adicionalmente, en lo que refiere a la elección de estos cánones de belleza, también inciden factores de clase social. El canon de la extrema delgadez es predominante en las clases denominadas media alta y alta, y se asocia a la elegancia; mientras que el canon de la pin up predomina en los sectores con menor incidencia económica, aunque estos cada vez se extienden más e invaden los ideales estéticos de las mujeres de las clases con mayor poder adquisitivo gracias a la viralización de estos cánones de belleza por parte de artistas e influencers.  

Los filtros y la homogenización de los rostros
Si algo ha demostrado la historia de belleza es que los mandatos sobre cuerpos cambian, pero siempre dentro de las dos opciones que demanda y permite el procustiano canon de belleza. Sin embargo, una de las particularidades de esta década para ambos cánones de belleza es que se han producido cambios principalmente en los rostros, como consecuencia del impacto de las selfies en la sociedad contemporánea, las cuales como señala Leonardo Murolo en el libro Cultura Pop (2021) le ha permitido a las mayorías representarse desde el primer plano, el cual siempre estuvo reservado a las estrellas de cine y los modelos publicitarios. 
Es en este contexto se han popularizado las mejillas hundidas como resultado de la bichectomía, los rostros alargados, los pómulos resaltados, las narices extremadamente delgadas, los labios muy pronunciados (también conocidos como “maxi bocas”) y el diseño de sonrisa. El canon que intenta emular la imagen que proviene principalmente de los filtros de redes sociales como Snapchat, Instagram, TikTok, y aplicaciones como FaceTune. 

Tapa N° 2349 Revista Noticias