En política, lo barato sale caro

Por Virginia Florito

Villarruel desconoce cómo funciona el Senado y cuál es la función de los senadores. Cualquier persona que los enfrente es casta. Hace unos días, la senadora Eugenia Duré preguntó en sesión a la vicepresidenta de la nación, por qué no había una agenda clara del gobierno respecto al tratamiento sobre el reclamo de la soberanía en Malvinas y por qué nadie en la gestión emitía un comunicado sobre la provocación del canciller Cameron en las islas argentinas al decir que esperaba que sigan siendo inglesas para siempre. Villarruel respondió que deje de hacer “politiquería barata”
“Soy hija un veterano de guerra”, repuso también, como si eso la legitimara a hablar desde la violencia, revindicando la dictadura.
Entre las muchas cosas que la vicepresidenta ignora o niega, figura el hecho de que una cosa es un héroe de Malvinas, un hombre que alguna vez fue joven y se lo mandó a una muerte segura, y otra cosa muy distinta un genocida que se camufla en las fuerzas armadas como justificativo para ejercer violencia y poder, organiza un movimiento para votar en contra de la Constitución Nacional porque “le revuelve las tripas” y desprecia a su propia nación. Su padre, Victoria, pertenece al segundo grupo. Si ese es su referente, no hay nada de honorable en usted tampoco.
Se necesita un enorme descaro para nombrar “Pacto de Mayo” al intento de Milei de someter a las provincias, el mismo día que 214 años antes se conformó la primera junta patria para empezar el proceso de emancipación y dejar de ser colonia de otro país. ¿Por qué querríamos ser colonia de otro?
Esta en claro que el mercado usa a la Democracia para llegar y cuando llega quiere abolir la Democracia.
¿Sabrá esta gente que en las invasiones inglesas de 1806 y 1807, a los ingleses los sacamos con ollas y agua caliente? Es difícil saberlo, admiran tanto a países invasores que desconocen la historia de su propio país.
No deja de sorprender el término “Politiquería barata” a las explicaciones que pedía una senadora en el ejercicio de la labor parlamentaria.
¿Cuál es la politiquería cara entonces? ¿Subir una foto de la estatua de la libertad a las redes del presidente? ¿un águila, símbolo del mismo país, sobrevolando el Congreso?
¿Cuál piensa la presidenta del senado que es el rol de los senadores? ¿Cuál es la forma correcta de hacer política?
¿Derogar la ley de tierras para vender el país a cualquier extranjero que pueda comprarla para explotarla y llevarse las divisas afuera? ¿negar la soberanía sobre nuestras islas? ¿minimizar la dictadura y demonizar a las madres de plaza de mayo? ¿negar que fueron 30.000 como si el hecho de que fueran menos lo hiciera menos grave?
Politiquería barata es, en el imaginario milicoide de Villarruel, preguntar por qué no hay una agenda clara sobre el reclamo a Malvinas, inquirir qué hacemos con los salarios y los puestos de trabajo que no dejan de caer, mientras los precios no dejan de subir. En su limitado vocabulario político, y su aún más limitada noción de libertad, la vicepresidenta de la nación se niega a responder qué hacemos con la angustia e incertidumbre que no deja de crecer, con la tristeza de los jubilados que trabajaron toda su vida para estar tranquilos en la vejez y están viviendo un infierno porque en su etapa de mayor vulnerabilidad, no pueden pagar ni un medicamento.
No es politiquería barata Victoria, así se defiende el país de la tentativa de un robo con aspecto de legalidad. Eso es lo que hace la política. Y eso es lo que hacen diputados y senadores en el congreso cuando tienen en claro que el país está en riesgo. Así que acomódese en el sillón que le queda grande, va a ser una temporada de avistamiento de políticos de calidad, porque frente al avance de la libertad para someternos a intereses internacionales, habrá gente que busque impedirlo.
Y también habrá de los otros, porque por supuesto que hay políticos corruptos o castas, lo que no entendemos es por qué metieron a la mayoría en su gobierno ni bien asumieron.
Es entendible que tanto a usted como al presidente, no les interese cómo funciona el Congreso. Siendo diputados no se caracterizaron por presentar proyectos que le mejoren en algo la calidad de vida a los argentinos. Tampoco ganando las elecciones. Pero Victoria, lo que hacen los senadores es cuidar el patrimonio argentino, no rifarlo ni regalarlo, por eso preguntan. No es “politiquería barata”, se llama labor parlamentario y es uno de los ejercicios fundamentales de la actividad de una república democrática.
No sorprende tampoco que lo desconozca. Se dedicaron toda la campaña a destruir del imaginario cotidiano, la utilidad de la política y la imagen del político como un protector de los intereses del pueblo. El político siempre es corrupto, “el Estado es el pedófilo en el jardín de niños”. Estrategia conveniente: son quienes pueden frenarlos con el apoyo del reclamo popular. Si se menosprecia la imagen de la política, el mercado avanza con libertad como se viene viendo reflejado en los precios.
Después del empobrecimiento que estamos viviendo, lo que queda en claro señora vicepresidenta, es que la casta son ustedes y va a ser muy difícil que no sea el pueblo quien tarde o temprano agarre la motosierra.