En el país de los “30 pañales”

Por Editorial Sudestada

Ni siquiera un paquete entero de 36. 30 pañales donó José Luis Espert al Hospital Enrique Enrill de Escobar, que utiliza mensualmente 760 pañales. Es decir que la donación de quien sueña con ser candidato de la Provincia de Buenos Aires por La Libertad Avanza, alcanza para un día y piquito. Y el gasto de la “donación” es de 17 mil pesos aproximadamente, para quien tiene un ingreso mensual millonario.

Estamos en el país de los “30 pañales”, del grotesco que trasciende todas las fronteras, de una distopía que se espanta de sí misma, y de una crueldad que se queda corta de adjetivos. Porque esta “donación” es un espejo de la gestión de turno, la que le quita los medicamentos a los jubilados, la que secuestra comida, la que quita subsidios al transporte público, a los servicios de necesidad básica como la luz y el gas, la que promueve un 2025 con un Estado mucho más ausente y de a poco inexistente, y la que va probando -de tanteo en tanteo- cuántos derechos puede arrebatarnos de acá en adelante.

Desde el 10 de diciembre para acá esta visita de Espert a un hospital público bonaerense, es quizá el único acercamiento del gobierno nacional a la salud pública. Porque no inauguraron un solo hospital, ni salita de emergencia. Como tampoco pisan las Universidades ni escuelas públicas, mucho menos fábricas y barrios del territorio nacional. Esta “visita” de Espert, la foto, y los “30 pañales” grafican de un modo demasiado evidente quiénes nos gobiernan.

Porque vivimos en un presente que cuesta comprender, tanto la ejecución como la falta de reacción, y cuando muchos creen haber visto todo, llega la donación de 30 pañales, y no sabemos qué hicieron con los otros 6 que tenía el paquete.