El video es de Brasil, de hace 10 años, de una “performance” que tuvo el repudio en ese mismo momento, y que Milei vuelve a retomar una década después, para difundir las imágenes que lastiman cualquier conciencia real, cualquier humanidad, y a la lucha de generaciones. Aunque duela de verdad y cueste creer, el presidente argentino reproduce pedofilia…
Por Editorial Sudestada
Milei sale otra vez con la ofensiva fascista y con la mentira que lo desborda, con la falsedad que lo caracteriza. Porque ahora, dice que esto “es ideología de género”. Tan bruto como perverso. Tan inhumano como fascista de turno. El mismo que habla de “excesos” sobre violaciones, fusilamientos y desapariciones forzadas en centros clandestinos de detención, o de personas lanzadas vivas al mar. El mismo que desde que apareció en “cámara” no dejó de hacer analogías sobre pedofilia, y “en un jardín de infantes con niños envaselinados”…
¿Hasta cuándo el pueblo argentino va a dejar correr esta bola peligrosa, hasta cuándo la Justicia va a seguir permitiendo expresiones que atentan contra la vida misma, y hasta cuándo la clase política va a seguir sin reaccionar, más que con alguna denuncia suelta y el “repudio” en redes sociales?
¿Hasta cuándo vamos -en conjunto del país- a dejar que nos gobierne el odio, el desprecio, la peor calaña humana, que sin costo ya se empantana en lo que verdaderamente son, lo que no asumen todavía pero muestran?
¿Cómo es posible que esta gente no tenga costo? ¿cómo es posible que todavía la mayoría no comprenda todo lo que esto significa?
El presidente está publicando un video de pedofilia, para mentir, para definir a ello como “ideología de género”. El mismo presidente que en dos días defiende a un nazi y habla del holocausto, y que grita que a los zurdos nos va a correr hasta el último rincón del planeta. El mismo que fomenta la violencia en las calles, y la violencia del hambre, que desprecia a la mujer, a las diversidades, a las infancias, y a todo lo que sea derecho y no privilegio.
Este es el presidente argentino. ¿Hasta cuándo?…