El gobierno, otro préstamo del FMI, y la historia que se repite

El Fondo Monetario Internacional comunicó que el gobierno solicitó nuevos préstamos. Otra vez la pata del FMI en la historia argentina. Otra vez la ultraderecha, nacional y cipaya, para endeudar al país, y con un resultado demasiado previsible, y preocupante. Otra vez, como con De La Rúa y Macri. Y además, otra vez con Caputo a la cabeza, con Sturzenegger, y toda la casta neoliberal. Y con Toto que jamás dijo qué hizo con el dineral que nos endeudó a 100 años.

Si algo aprendimos en este presente de destrucción, es volver a las bases sobre todos los temas. Este es uno de ellos. ¿Qué significa que el FMI le “brinde” préstamos al país? Los usureros te dan el dinero y te estrangulan, te dirigen hacia dónde ir, dónde recortar, y qué camino beneficioso para ellos -y no para el pueblo- se debe tomar. Una de las acciones que se reiteran es el recorte a las jubilaciones, es el congelamiento de los salarios y de la asistencia del Estado a los sectores vulnerables. El aumento de la pobreza, el remate de la soberanía nacional, los recursos naturales rifados, y el ajuste como premisa principal para el llano. Entonces, ¿de qué manera estos préstamos le pueden mejorar la vida a la gente, cuando el gobierno pretende no enviar ni curitas a los hospitales?

A diferencia, en lo discursivo, de otros gobiernos, Milei y los suyos -la mayoría integrantes de las otras dos “gestiones” mencionadas, y con los otros dos presidentes de la imagen- impulsan un ajuste mayor para 2025. Propone un exterminio del Estado. Propone, además, una ausencia tan cruda como perversa y criminal. Y de los jubilados, el ajuste, los salarios congelados, y la economía devastada, ya es un hecho. Pero siempre se puede caer mucho más profundo. Y sino, veamos el resultado de De La Rúa, el megacanje, y el aniversario de hoy rajando en helicóptero con 39 compañeros asesinados en Plaza de Mayo.

Detrás, y dentro de la casta más miserable, está Cavallo. Ministro del 2001. Consejero de Macri, y ahora de Milei.

Y vuelve el FMI, con sus garras, y una condena al presente y al futuro cercano y lejano.