Por Editorial Sudestada
Cuando se habla de derechos humanos, nadie nombra lo que sucede en Gaza, mucho menos se menciona a Israel como condena por un plan de exterminio que lleva décadas pero que desde el 7 de octubre pasado hasta el día de hoy, asesinó a 39.455 personas, alrededor de 100 mil heridos y/o mutilados, y se calculan 10 mil personas que todavía pueden estar bajo los escombros. Datos sobran, como por ejemplo que un niño muere cada 10 minutos en Gaza por ataques israelíes. Que el genocidio no solo se lleva adelante a través de las bombas y fusilamientos, sino también con hambruna, con el cerrojo de las fronteras para que no ingresen alimentos, servicios de necesidad básica, combustible, ni siquiera agua. Hay millones de palestinos que “viven” en condición de calle, desplazados, y refugiados en tiendas de campaña, a las que el sionismo bombardea de manera constante.
Ahora otro ataque en el sur de Gaza que deja un saldo de más de 45 muertos, y más de 70 heridos. Pero esta noticia no forma parte de ningún titular de los medios hegemónicos, no está en la tapa de los principales diarios mundiales, y la agenda mediática lo deja al costado con intención y acción cómplice, mandato, o tibieza cómoda.
Es tan así que semejante masacre -39.445 personas asesinadas en menos de 300 días- se lleva adelante porque los Poderes mundiales, que manejan la opinión pública, avalan el genocidio, ordenan el silencio, borran las imágenes de sangre, y silencian la voz de un pueblo contra el paredón en una cárcel a cielo abierto. Eso sí, cuando un israelí muere o es herido, las notas, editoriales, reportajes, videos e imágenes inundan las pantallas.
Esto es un genocidio, que sucede ahora mismo. 39.445 palestinos asesinados en menos de 10 meses. Hablemos de derechos humanos. Hablemos de silencio cómplice. Hablemos de la agenda mediática. Hablemos de los verdugos de la humanidad. Hablemos de Israel y de EEUU. Hablemos de esto…