El Garrahan, una causa colectiva

Por Editorial Sudestada

El ataque directo del gobierno a la salud pública, con el recorte de presupuestos, el ajuste en todas las áreas, y sin ninguna intención de poner un mango donde hay un derecho, comienza a exponerse de una manera brutal, con el dolor de que se cierren salas, de que las guardias se saturen, de que no exista un solo proyecto de ampliar hospitales y mucho menos de construirlos, de recursos anulados, y de profesionales y trabajadores de la salud poniendo el lomo a toda hora para atender y salvarle la vida a la gente con lo que se tiene a mano, y con el recurso humano que el gobierno no puede doblegar, como tampoco la lucha.

Además del desguace, los salarios se siguen devaluando, y con una muestra clara cómo la lucha del Garrahan expuso: “10 años de formación; 68 horas de trabajo por semana; $797.067 de salario mensual equivalente a $2930 la hora”. Y los testimonios con quiebres, con lágrimas en los ojos, con la denuncia de que peligra la salud pública y que el Garrahan es hoy un espejo de lo que sucede en todos los rincones del país. Porque el ajuste es feroz y será más agudo, porque los presupuestos se debaten siempre para abajo, y porque todo prende de un hilo, más aún cuando el cierre de salas es inevitable como el encontrarse sin recursos a la hora de operaciones, de intervenciones de urgencia, y de guardias que no dan abasto.

A su vez, se ajusta en discapacidad, en salud mental, en medicamentos a jubilados, y a la hora de sacar un turno en un hospital, cuando los recursos escasean y cuando la fuga de trabajadores es un hecho, es necesario comprender lo que significa un Estado ausente, que no largue un mango mientras en el Congreso se aumentan el ingreso de manera desproporcionada, o la SIDE reciba miles de millones para espionaje, entre otros hechos de corrupción en Ministerios y bancas.

El Garrahan lucha, grita, resiste, y esta causa nos pertenece a todos, porque todavía muchos no tienen idea lo que significa un país sin salud pública, y que tu vida dependa de una billetera o tarjeta de crédito, o una deuda por años.