Sobre el fusilamiento de un pibe de 17 años en Córdoba. Otro caso de “gatillo fácil”.
Se llamaba Valentino Blas Correas, tenía 17 años. Anoche fue asesinado por la policía de Córdoba. 17 años. La versión policial (porque siempre primero va “la versión policial” en los medios, como verdad oficial, como única fuente, como voz del verdugo, porque la versión del pibe de 17 años nunca la escucharemos) dice: “tiroteo”.
Ningún tiroteo, mentira: las pericias confirman que las únicas balas que salieron fueron las policiales.En Argentina, eludir un control vehicular es estar sentenciado a muerte por un juez con uniforme policial. La policía determina la vida y la muerte, quién vive y quién muere bajo el rigor de sus balas impunes. 17 años tenía Valentino, había salido a un bar con una pareja amiga.”Gatillo fácil”, fusilamiento del Estado.
Mataron a un pibe de 17 años. Otra vez. ¿A alguien le importa la vida de un pibe de 17 años? Al Estado, no. El Estado los mata. Y el mundo sigue andando.