Por Damián Quilici
El sábado 21 de diciembre, el festival Tokadak se transformó en un portal al desenfreno de los años noventa. La jornada prometía ser épica, y la promesa se cumplió: Dos Minutos, la emblemática banda punk argentina, celebró los 30 años de su legendario primer disco “Valentín Alsina”, un álbum que no solo marcó una época, sino que también se convirtió en un himno generacional.
Desde temprano, apenas dieron puerta a las 14 horas, el Art Media de Chacarita comenzó a llenarse con una mezcla de veteranos pogueros, pibas y jóvenes curiosos que heredaron el amor por el punk de sus hermanos mayores o padres. Las primeras horas del festival fueron un desfile de bandas que calentaron motores. Nombres como Nipaputa y Des-orden trajeron aires frescos al escenario, dejando en claro que el legado del punk sigue vivo en nuevas generaciones.
Pasadas las 22 horas, después de que la banda marplatense Loquero hiciera de las suyas, Mosca y compañía tomaron el escenario vestidos de traje y corbata. Apenas sonaron los primeros acordes de “Valentín Alsina” el lugar estalló en un pogo descontrolado, como si los años no hubieran pasado. El set incluyó todo el disco “Valentín Alsina” de principio a fin, desde la brutal “Arrebato” hasta la icónica “Ya no sos igual”, coreada a gritos por miles de gargantas. Cada canción era un viaje a ese suburbio del Gran Buenos Aires donde nació la banda y su historia. Hasta hubo una propuesta de casamiento arriba del escenario. No todo es pongo y smosh en los festipunks.
Mosca, con su voz desgarrada y su carisma intacto, recordó entre tema y tema las historias detrás del disco: “No cambió nada” dijo, antes de cantar “Vos no confiaste”. El público respondió con aplausos, mientras la energía no decaia en ningún momento.
Dos Minutos dejó bien en claro que su música no envejece, y que ellos no se vendieron, siguen siendo iguales.
Y aunque los tiempos cambien, Dos Minutos sigue siendo la banda sonora de quienes encuentran en su música un refugio contra el mundo.
