Día de la visibilidad lésbica

A la Pepa Gaitán en Córdoba, un día como hoy hace quince años le disparaban a quemarropa por la espalda con una escopeta. ¿Motivo? Era lesbiana. El padre de su novia cometió un lesbicidio en plena luz del día.

Por Camila Milagros

Desde entonces, las lesbianas nos alzamos como nunca antes. Convertimos a los 7 de Marzo en un símbolo, un faro, un acontecimiento histórico y anual en el que luchar y ser visibles es inevitable e imperioso. Las y les lesbianxs llevamos a la Pepa en el cuerpo histórico, en la memoria. Nuestra vida se divide en el antes y el después de Pepa Gaitán como un parteaguas. Después de su fusilamiento ganamos derechos que hoy están en tela de juicio. El Gobierno Nacional de Javier Milei y sus secuaces de la crueldad nos vuelven a decir enfermas, anormales y toda una sarta de adjetivos descalificativos que hieren y perforan el tejido social en el que nos movemos. Niegan nuestras existencias con un discurso armado que promueve el odio inconmensurable por abajo como un veneno.

El 5 de Mayo del 2024 en Barracas, CABA, a Andrea, Roxana, Pamela y Sofía un vecino les prendió fuego la habitación del hotel en la que vivían mientras ellas dormían. Sofía fue la única sobreviviente. Triple lesbicidio después de amenazas. ¿Motivo? Eran lesbianas.
Nos odiaban, nos odian, y nos vuelven a odiar. Este año, después del “sermón” más odiante de la historia dado por Milei en Davos, tan sólo en dos semanas, volvimos a sufrir cuatro ataques lesboodiantes. En Orán, Salta, otro vecino se metió en la casa de Mariana, reconocida militante por los derechos LGTTBIQ+, mientras ella dormía. Quiso asfixiarla y le clavó siete puñaladas en el cuerpo. Por suerte, no pudo matarla.
En Recoleta, CABA, a una pareja de lesbianas que caminaban de la mano a las 18.30 hs, un hombre al grito de “¿Por qué se visten como hombres si son mujeres?” le empezó a pegar a una de ellas. Le dejó lesiones graves y fracturas. En La Plata, el 29 de Enero, luego de la Asamblea Antifascista en la previa a la marcha, empezó a asechar y perseguir a una lesbiana visible en la vía pública. La salvaron sus amigas. Ese mismo día en Cañuelas, durante la madrugada, otro hombre prendió fuego la casa de una familia de lesbianas. Ellas y su hijo menor de edad se salvaron porque ya habían huído de su hogar producto de las amenazas constantes que recibían. ¿Motivos? Somos lesbianas.
Este 7 de Marzo es diferente. Huele a llanto y resistencia, a marchas antifascistas y a humo.
Al nombre de la Pepa se le anexan el nombre de muchas otras. No tenemos miedo. No tenemos miedo. No pudieron ni van a poder contra nosotrxs. Eso es lo que desde arriba no entienden. No es por la tan famosa “Agenda Woke”: somos lesbianas, lesbianxs, y queremos vivir.
Nos movemos con ellas cada día, bailamos y nos reímos con y por ellas. Nos besamos y gozamos. Estamos. Resistimos. Aunque no quieran, aunque nos odien y aborrezcan. Somos visibles, tomamos las calles, las plazas, tenemos una vida en común, la ternura que tiene como raíz el dolor histórico y presente. Somos lesbianas, somos y seremos felices.