Por Editorial Sudestada
Esta es “la segunda parte”, la de la explotación a los trabajadores, luego de miles y miles de despidos, de una economía devastada, de una realidad cruda para todos los sectores, a excepción de la casta empresarial y de los “funcionarios” que llegaron para saquear el país, fugar nuestros recursos, e implementar las mismas políticas de Menem, Martínez de Hoz y Cavallo.
¿Jornada laboral de 12 horas? En un presente en el que en todo el mundo se reducen, acá se plantea retroceder pero se “avanza” en la destrucción de derechos. Sumado a que los salarios cada vez son más miserables -234 mil pesos el Mínimo Vital y Móvil- y que quieren incluír los “ticket canasta” bien referenciales de los 90 con un menemismo explotador que desembocó en el estallido del 2001 con índices de desocupación y de pobreza récord.
Mientras desde el gobierno operan para “afirmar” que lo mejor está por venir y de esa manera mantener la esperanza ridícula latente, un nuevo proyecto, una nueva reforma laboral en la que –lejos de cobrar en dólares- vas a trabajar más, cobrar menos, pero con “ticket canasta”, lo que significó en aquellos años –además de derechos arrebatados- una enorme red de corrupción.
¿Quiénes se benefician con esto?
No vas a cobrar en dólares, vas a vender tus ahorros –si es que todavía tenés- para pagar impuestos, y en cuestión de días y meses para poder comprar la leche y el pan.
Desde el 10 de diciembre no hubo ni hay una sola ley sancionada, un solo proyecto presentado, ni un solo decreto, que favorezca a los laburantes, a los jubilados, a las infancias, y al pueblo argentino. Ni uno. Solo se ejecuta el plan para que el aparato empresarial se enriquezca a costa del hambre de la gente.
12 horas por día. Ticket canasta. Periodo de prueba sin contrato. Precarización laboral, esclavitud de los trabajadores, y bolsillos llenos del capitalismo más salvaje. ¿Qué estamos esperando para comprender lo que se juega y todo lo que estamos perdiendo?