Condena nacional en el Congreso: Comienza a tratarse la Ley Bases

Por Editorial Sudestada

Entre negociados, transas, “cargos públicos internacionales”, agenda bolsillera, y quórum sobre la hora -con Martín Lousteau como protagonista-, la condena nacional comienza a tratarse en Senadores, con una movilización enorme en las calles y con el escudo de las fuerzas represivas enjaulando al Congreso. Nada bueno sucede cuando las vallas están.

¿Qué es la Ley Bases? La mejor definición es la condena nacional, sin medias tintas. Porque lo que se juega es demasiado, y lo que realmente informan los medios funcionales, muy poco. Esto es un recorte de las más de mil leyes, aquellos decretos sin necesidad ni urgencia, que implica una sentencia “democrática” de la soberanía nacional y del pueblo argentino.

Seamos claros: Reforma laboral -que entre otras cosas peores “blanquea” el trabajo informal y trabajadores explotados-, la eliminación de la “movilidad jubilatoria”, el RIGI, facultades delegadas “recortadas” al presidente, desregulación de la economía, la privatización de empresas públicas, la entrega de nuestras tierras a manos extranjeras, entre muchísimos otros puntos que se convierten directamente en una condena nacional, en la que -incluso- el Congreso puede votar su propia sentencia para perder Poder y regalárselo a un Milei que pretende gobernar desde su oficina, con su plan mesiánico empobrecedor. Cuando decimos que la democracia peligra, está a un pasito de comprobarse.

Por si quedó alguna duda: Se busca -entre tanto- bajar indemnizaciones bajo una reforma laboral que además propone un periodo de prueba que se extiende hasta 8 meses, precarizando aún más a los trabajadores, con “despidos más flexibles” hasta por licencia por maternidad o discriminación (te pueden despedir por ideología y/o género). Sin la movilidad jubilatoria 9 de cada 10 mujeres podrían NO jubilarse. Se podría privatizar Aerolíneas Argentinas, Aysa, Trenes Argentinos, entre otras empresas nacionales. Se criminaliza la protesta. Y a la vez que nos llaman “delincuentes” por salir a reclamar, dan vía libre para que uniformados disparen sin la voz de alto, y legalizar la impunidad del gatillo fácil. El ajuste se profundiza y se le delegaría -con algunas limitaciones- las facultades que pretende Milei para correr al costado al Congreso.

Hoy se debate y luego se vota una condena nacional. Lo llamen como lo llamen. Porque si la Ley Bases se aprueba sentencian a la Argentina por muchísimos años. 

No es solo el gobierno, la clase política también es responsable.