Por Editorial Sudestada
Hace instantes en Palermo se conoció la noticia, hay heridos, y trabaja el SAME y los bomberos en el lugar
Trenes del ramal San Martín chocaron cerca de la estación Palermo. En una de las formaciones viajaban pasajeros y el otro es un coche furgón vacío. Personal del SAME, bomberos y policía trabajan en el lugar para evacuarlos y asistirlos. Llevan heridos a los hospitales más cercanos, y la información que se brinda -minuto a minuto- es que no hay heridos de gravedad.
El servicio se encuentra interrumpido, y los laburantes volvemos a pagar los platos rotos. Siempre los trabajadores pagan. En medio de un Estado que recorta y se convierte en ausente, y de ausente en criminal, los Trenes Argentinos están en la lista privatizadora del gobierno nacional y de la Ley de Bases que en Congreso tiene entre manos, y que en los próximos días se vota en el Senado.
Hace un mes la Unión Ferroviaria (UF) y la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles y Puertos Argentinos (APDFA) denunciaron más de 100 trabajadores despedidos “impedidos de ingresar a realizar sus tareas normales y habituales en la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado (ADIFSE)”, encargada de dirigir las obras de infraestructura ferroviaria de Trenes Argentinos, como frenos, luces y rieles.
El desfinanciamiento en los servicios públicos es un arma de doble filo, y la historia es conocida y sentida. Cuando la política de vaciamiento se produce, la privatización abre las puertas, y en el medio los trabajadores -que son los que viajan todos los días en trenes, colectivos y subte- pagan decisiones de quienes jamás pisan un vagón.
(Noticia en desarrollo)