Centros de estética ilegales: “Lucran sin importar que se encuentren en riesgo las personas”

Clausuraron varios centros de estética en la Ciudad de Buenos Aires porque no tenían títulos habilitantes para el uso de determinadas maquinarias y también por el uso de artefactos que no contaban con el permiso de ANMAT. “En las diferentes pesquisas, se secuestraron: una máquina del tipo punta de diamante utilizada para realizar limpieza facial, cinco equipos de marca ‘medibas’, seiscientas cincuenta fichas médicas, seiscientos cincuenta  consentimientos firmados por los pacientes y una  carpeta que contiene los tratamientos realizados con sus respectivos importes”, informaron desde el Ministerio Público Fiscal. Sobre este tema hablamos con Esther Pineda, autora de Bellas para morir. Estereotipos de género y violencia estética contra la mujer.

“Una de las problemáticas que existen en torno a la industria de la belleza es que ante una mayor presión social para responder a los estereotipos de belleza, el constante bombardeo de publicidad con procedimientos estéticos en las redes sociales, y una alta demanda para la realización de procedimientos estéticos de carácter cosmético y quirúrgico, han proliferado cada vez más centros de estética y clínicas, que en muchas oportunidades no cuentan con certificación para la realización de dichos procedimientos, y quienes los realizan no son profesionales del ámbito de la salud. En algunos casos, aunque lo son, no cuentan con la especializaciones requeridas para la atención e intervención en dicho ámbito, donde también es común la utilización de maquinarias, implementos y sustancias no aprobadas para el uso médico que en oportunidades ha resultado en consecuencias severas para la salud de las mujeres, que en su mayoría son quienes se someten a estos procedimientos y en casos más extremos el desenlace es la muerte”, sostuvo la socióloga especializada en Estudios de la Mujer.
Además, sobre el ejercicio ilegal de la medicina destacó: “Esto ocurre por la falta de ética de personas inescrupulosas que se lucran sin importar que se encuentre en riesgo la vida de las personas, por la falta de información por parte de quienes acuden a estos lugares a realizarse estos procedimientos, pero también por la ausencia de una rigurosa normativa, monitoreo y sanción estatal y judicial sobre este tipo de establecimientos que en muchos casos se presentan como simples lugares en los que se realizan cejas, pero en realidad se realizan desde limpieza de cutis, rinomodelación y hasta aplicación de biopolímeros”. Y agregó: “Ante esto, es muy importante no sucumbir irreflexivamente a la publicidad de estos procedimientos que son presentados en redes o promocionados por influencers. Hay que investigar los establecimientos y clínicas, exigir la presentación de credenciales a los profesionales e investigar la veracidad de las mismas ante los entes con competencia en materia de salud antes de someterse a cualquier tipo de procedimiento estético y quirúrgico. Y sobre todo cuestionar el mandato de la belleza, las exigencias sociales y la publicidad que en la mayoría de los casos son los que impulsan a la realización de dichas intervenciones”.