El Proyecto de Ley Sintientes propone modificar el Código Civil y Comercial Argentino para excluir a los animales del carácter de cosa, y crear una nueva categoría jurídica como “persona física no humana sujeto de derecho”. ‘Nuestro país goza de una jurisprudencia muy loable en materia de reconocimiento de la sintiencia de los animales, en muchos casos a lo largo y a lo ancho del país se ha reconocido el rechazo a muchísimas formas de maltrato y explotación a la que son sometidos. Modificar la norma de convivencia principal en nuestra nación es el gran paso que los animales necesitan para que ya no existan dudas al respecto. De aquí en adelante, mucho más será lo que podremos hacer por ellos”, sostuvo Leonardo Barnabá, abogado penalista y animalista.
Sobre esto, hablamos con Liz Solari, impulsora del proyecto -junto a Barnabá-, productora audiovisual y activista por los derechos de los animales.
Por Florencia Da Silva
Me interesa saber el recorrido que hiciste para militar por los derechos de los animales.
Hace 15 años empecé a defender los derechos de los animales y de la tierra. Me inicié rescatando a animales de la calle, transitando, y dando en adopción responsable, organizando eventos de castración masiva en conjunto con municipios, veterinarios y ONGs. Con el paso del tiempo, he apoyado numerosas causas, leyes, campañas, eventos y organizaciones que abogan por el respeto a todos los seres, la no violencia, el poder de la meditación y la alimentación basada en plantas.
Hoy como productora audiovisual, activo desde el arte, creando contenido consciente de alto impacto. Hace poco estrenamos SLAY un documental sobre los impactos de la Industria Fashion en la Tierra, los animales y los humanos, lo pueden ver en Itunes, y WaterBearnetwork. Este año estrenamos un documental revolucionario llamado Christspiracy.
Gracias a la creciente conciencia social somos más y más personas unidas con la misión esencial de ser guardianes de la Tierra y protectores de nuestros hermanos y hermanas del reino animal. Generamos las acciones que consideramos necesarias para ver los cambios de ese nuevo mundo que queremos existir y co-habitar.
¿Cómo surgió la idea de este proyecto de Ley?
Hace tres años durante una meditación tuve la inspiración de crear este proyecto de Ley. Había conocido hace poco a Philip Low, neurocientífico, inventor y autor de la declaración de Cambridge de conciencia animal que ratificó que los animales son seres conscientes y sintientes. Ese encuentro me modificó, fue en gran parte el motor de lo que vino después. Comencé a trabajar y llame a Leonardo Barnabá, abogado civilista y animalista, y juntos lo materializamos con el acompañamiento de un colectivo de especialistas en leyes ambientalistas y animalistas,
Aprobando Ley Sintientes, Argentina liderará la transformación socioambiental que necesitamos. En Latinoamérica tenemos el ejemplo de Colombia que avanzó en 2015 sacando a los animales de la categoría de cosas y reforzó la ley penal de protección animal, en Guatemala también hicieron la modificación, Chile está pujando en esa dirección, desde Uruguay nos llamaron que quieren presentar Sintientes allí. Este es un buen contagio para los pueblos latinos. Estamos viviendo un profundo cambio de paradigma. El modelo antropocentrista está cayendo porque las nuevas generaciones somos conscientes que nos está llevando a nuestra propia destrucción.
Entiendo que propone modificar el Código Civil Y Comercial Argentino para que se considere a los animales personas no humanas sintientes. ¿Pero qué cambiaría en el día a día de los animales?
Para empezar, le daremos la herramienta a los jueces para que en cada caso de maltrato animal puedan accionar con mucha más fuerza. Debemos sacarlos de la categoría de “cosas” para poder protegerlos verdaderamente. La segunda pata, será modificar la ley Penal que tenemos que ver qué hacemos. Hoy es legal matar a un animal, pero no solo eso, sino que también hay casos como el de Chocolate, un perro que fue despellejado vivo por el maltratador y nunca hubo una pena. Esto, por mi experiencia y contacto con la gente, nos genera un nivel de impotencia por no tener las herramientas para poder penalizar a las personas que están llevando a cabo este tipo de violencia que está muy vinculada a la seguridad social. Las personas que maltratan animales son cinco veces más propensas a ser violentas con humanos. Hay estudios criminológicos que mencionan estas estadísticas y cómo funcionan las personas psicópatas que comienzan con los animales. Esto es una cuestión de cuidado y compasión sí, pero también de prevención. Garantizar el cuidado animal es una forma de construir la paz que queremos establecer como sociedad. Ni hablar del campo de salud: La OMS habla de una sola salud, salud humana, salud animal, salud ambiental. Los virus zoonóticos son una gran amenaza para la humanidad y la gran mayoría comparten un un origen: la fabricas de crueldad animal.
Realizaron el lanzamiento de la Ley y una conferencia informativa en el Congreso de la Nación la semana pasada.
Fue un evento histórico porque es la primera vez que se realiza una conferencia informativa de la mano de expositores nacionales e internacionales especializados en la temática. Más de 100 personas asistieron. Nos acompañaron un colectivo de organizaciones muy grande, figuras del espectáculo, diputados y senadores de todos los bloques, activistas, periodistas, fiscales, jueces, abogados. Vi mucha comprensión de la importancia del proyecto y determinación para que salga por parte de los legisladores presentes. Se despejaron muchas dudas respecto al impacto del proyecto de ley en las industrias. Este video ya está disponible en la web oficial de Ley Sintientes.
¿Qué pasos faltan ahora?
El proyecto está en la Comisión de Legislación General. Lo que esperamos suceda es que los diputados y diputadas que forman parte de esta comisión voten a favor del proyecto de Ley Sintientes. También es importante que como ciudadanos instalemos este debate.
Por otro lado, te quería preguntar ¿Cuáles son los maltratos habituales que están normalizados? Se me viene a la mente los criaderos.
Hoy todavía esta normalizado llamarle tradición, deporte, turismo a acciones que se basan en la explotación, tortura o matanza de animales. Le pusimos nombres lindos a pedazos de pieles de otros animales. Comemos cadáveres de animales que fueron asesinados en contra de su voluntad y lo justificamos como decisión personal. Si esto fuera al revés ¿qué pensamos? ¿Dónde quedó la regla de oro “trata a otros como deseas ser tratado” cuando hablamos de los animales?
Hace 13 años que soy vegana. En este proceso fui reconociendo partes de mi ceguera, mi condicionamiento. Es un proceso continuo de deconstrucción y construcción. Nada perfecto desde ya, porque nadie lo es, pero siempre aspiro a ampliar mi círculo de compasión y respeto y mis acciones de cuidado al prójimo.
¿Cómo se llega a ese clic, como el que tuviste vos y tantas otras personas, para poder entender a los animales como seres sintientes? Esta manera de ver a los animales es parte de la cultura y forma parte de nuestra educación también.
Totalmente. Desde que nacemos tenemos un condicionamiento familiar, cultural, geográfico y social. A medida que accionamos para alinearnos con los valores de la paz, la compasión, la libertad, comenzamos a entender cuánto hay para deconstruir. No es un camino fácil, pero sí que vale la pena.
El impacto individual es poderoso, entender que una cambia al mundo cambiando sus hábitos. Todos somos únicos e importantes, cada uno desde su espacio y el lugar que ocupa en la sociedad. Todo tiene un impacto en cadena: la comida que comés, el teléfono, el auto que usás para transportarte. Nadie es perfecto, todos contaminamos de alguna forma, pero podemos reducir ese impacto. Estamos en un proceso individual evolutivo que parte de un proceso colectivo, porque no podemos ignorar que estamos en medio de una hecatombe climática, con una crisis ecológica sin precedentes. Nos queda muy poco tiempo para hacer esta transición, que ya no lo dicen solo los grupos de activismo sino también organizaciones internacionales de renombre, científicos.
Este es el momento en el que la humanidad tiene que elegir qué camino va a tomar, si quiere si se quiere destrozar a sí misma por su ambición y su ceguera o relacionarse con la naturaleza y la biodiversidad armoniosamente para poder tener una segunda oportunidad.
Invito a los ciudadanos argentinos a firmar y compartir la petición en nuestra red social @ley_sintientes y en nuestra web.
